El presidente norteamericano rompió el protocolo en Varsovia
Cientos de polacos intentaron romper ayer en Varsovia los cordones de seguridad para saludar al presidente norteamericano Jimmy Carter, después de que éste colocase, ante el monumento a los caídos en la segunda guerra mundial, una corona de flores con la inscripción «Gloria eterna a los héroes de la sublevación de Varsovia».
Los agentes de seguridad contuvieron a los asistentes con dificultad. Antes, Jimmy Carter había roto todo protocolo para saludar personalmente a los ciudadanos polacos que le vitoreaban.Inmediatamente después de la ceremonia, el presidente norteamericano inició las ...
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Cientos de polacos intentaron romper ayer en Varsovia los cordones de seguridad para saludar al presidente norteamericano Jimmy Carter, después de que éste colocase, ante el monumento a los caídos en la segunda guerra mundial, una corona de flores con la inscripción «Gloria eterna a los héroes de la sublevación de Varsovia».
Los agentes de seguridad contuvieron a los asistentes con dificultad. Antes, Jimmy Carter había roto todo protocolo para saludar personalmente a los ciudadanos polacos que le vitoreaban.Inmediatamente después de la ceremonia, el presidente norteamericano inició las conversaciones oficiales con el jefe del Partido Unido de los Trabajadores Polacos (comunista), Edward Gierek.
Además de por Gierek, Carter había sido recibido la noche anterior en el aeropuerto por el presidente de la República, Henryk Jablonski, y el jefe del Gobierno Piotr Jarosewicz.
Alerta contra misil soviético
El viaje del presidente norte americano a Polonia fue aprovechado por su asesor especial para asuntos de Seguridad, Zbigniew Brzezinski, de origen polaco, para confirmar noticias anteriores en el sentido de que la Unión Soviética ha desplegado un nuevo tipo de misil nuclear y lo apunta hacia Europa occidental.Brzezinski declaró a la prensa, a bordo del avión presidencial que trasladaba a Carter a Varsovia, que el despliegue del proyectil soviético SS-20 es más alarmante que la proyectada bomba de neutrones norteamericana, denunciada por el Kremlin como arma inhumana.
El SS-20 tiene un alcance de 5.000 kilómetros, pero especialistas en defensa estiman que podría aumentara 8.850, con cohetes de tres fases, con lo cual Estados Unidos podría ser uno de sus objetivos.