Aval del Estado para terminar la autopista de Navarra

El Estado remitirá a las Cortes un proyecto de ley en el que se establecerán las condiciones en que podrá ser otorgado el aval que el mes pasado solicitó al ministro de Hacienda la Diputación Foral de Navarra, con el que la empresa Audenasa podría acceder a créditos exteriores para finalizar las obras de la autopista de Navarra.

Cuatro años después de que se adjudicara la construcción de la autopista a la oferta presentada por Jesús Huarte Beaumont, a pesar de que la propuesta presentada por un grupo constructor catalán fue notablemente más ventajosa tanto en el precio del peaje como en...

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El Estado remitirá a las Cortes un proyecto de ley en el que se establecerán las condiciones en que podrá ser otorgado el aval que el mes pasado solicitó al ministro de Hacienda la Diputación Foral de Navarra, con el que la empresa Audenasa podría acceder a créditos exteriores para finalizar las obras de la autopista de Navarra.

Cuatro años después de que se adjudicara la construcción de la autopista a la oferta presentada por Jesús Huarte Beaumont, a pesar de que la propuesta presentada por un grupo constructor catalán fue notablemente más ventajosa tanto en el precio del peaje como en el tiempo de concesión, la propia Diputación, junto con el Estado, tiene que hacer de avalista para que la firma Autopistas de Navarra, SA, pueda finalizar parte de las obras. La explicación que se dio en 1973 para adjudicar a Jesús Huarte, en nombre y representación del Banco Central, Hispano Americano, Dragados y Construcciones, SA, y Huarte y Cía, SA, la construcción y explotación de la autopista de Navarra, a pesar de que su oferta era menos ventajosa que la del grupo catalán, fue la solvencia económica, en cuyo favor la Diputación y el Estado, si las Cortes lo aprueban, van a hacer ahora de avalistas.Según el resumen- referencia de lo tratado en el último Consejo de Ministros, «las disposiciones dictadas recientemente excluyendo las autopistas de peaje del acceso preferente al ahorro institucional, han determinado la aparición de graves problemas en la financiación de las autopistas de peaje por la dificultad de captar en el mercado exterior de capitales los recursos necesarios. La problemática se plantea con mayor intensidad en el baso de la autopista de Navarra por cuanto que no tiene previsto en su régimen concesional el acceso al crédito exterior ni mucho menos el beneficio del aval del Estado, habida cuenta de que no se trata de una concesión revertible al Estado».

En este sentido, hay que señalar que el aval del Estado tendría el carácter de subsidiario o superpuesto a la garantía que inicialmente prestaría la Diputación Foral de Navarra a Audenasa.

El negocio de la autopista

La construcción de la autopista de Navarra, obra que la Diputación decidió acometer al quedarse Navarra fuera de la red de autopistas nacionales que el Estado inició al final de la década de los sesenta, desde el principio fue un tema polémico.Sin embargo, el problema real que ahora preocupa es la situación de más de 1.200 trabajadores, algunos en paro desde octubre de 1976, que se encuentran sin trabajo ya que ni Audenasa, ni la constructora Hudana, formada por Huarte y Dragados, están en condiciones de conseguir los 4.000 millones que se necesitan para finalizar la primera fase de la autopista, debido a la crisis económica que parece todo el Estado español.

La que fue considerada como «una construcción política» no ha dado sus resultados. Hoy están en funcionamiento dos tramos de autopista: Pamplona-Tafalla y Tafalla-Castejón con un recorrido total de cerca de ochenta kilómetros, y un peaje de 155 pesetas, diariamente circulan por la autopista alrededor de 2.000 vehículos, según cálculos estimativos, mientras que por la carretera normal de Pamplona-Tafalla-Castejón lo hacen cerca de 10.000.

Situación actual confusa

A pesar de las irregularidades que desde su comienzo tuvo la autopista de Navarra, el tema se sigue considerando como esencialmente político. A pesar de haber adjudicado la concesión al grupo encabezado por Huarte, en base a la solvencia económica, Audenasa tuvo que recurrir en 1975 al dinero de la Confederación de Cajas de Ahorros y posteriormente al de las Cajas Municipal de Pamplona y Provincial de Navarra, que hoy son accionistas de la empresa. Ahora, con más de 1.200 trabajadores en paro, Audenasa, con los avales de la Diputación y el Estado, podría finalizar las obras en los tramos Castejón - enlace autopista del Ebro y Pamplona- Irurzun.Los trabajadores en paro y todos los parlamentarios de Navarra (UCD, PSOE y PNV) han apoyado la operación de la Diputación para conseguir el aval del Estado con destino a Audenasa, ya que consideran que es la única forma de paliar el paro y finalizar una obra que Navarra necesita.

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