Dedocracia de la FETE
En relación con lo publicado en su diario el día 9 del presente mes, bajo el título «Los socialistas piden que se bloqueen las oposiciones para profesores», desearía que se publicase la siguiente carta:Hace dos años que terminé la carrera y aún no he encontrado trabajo. Mi mujer -en las mismas condiciones- y yo preparamos oposiciones con la esperanza de al crearse, según parece más plazas, obtener algún empleo como enseñantes y no tener que recurrir a trabajillos ocasionales y mal remunerados o, en la mayoría de las ocasiones, a la caridad familiar.
En esto, unos señoritos -mantenidos, ...
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En relación con lo publicado en su diario el día 9 del presente mes, bajo el título «Los socialistas piden que se bloqueen las oposiciones para profesores», desearía que se publicase la siguiente carta:Hace dos años que terminé la carrera y aún no he encontrado trabajo. Mi mujer -en las mismas condiciones- y yo preparamos oposiciones con la esperanza de al crearse, según parece más plazas, obtener algún empleo como enseñantes y no tener que recurrir a trabajillos ocasionales y mal remunerados o, en la mayoría de las ocasiones, a la caridad familiar.
En esto, unos señoritos -mantenidos, tal vez, por el oro de Guillermo Brandt y Cia.- de la llamada FETE (FERE-FETE, ¿el recambio de un monopolio por otro?) se permiten pedir que se bloqueen las oposiciones y ser ellos mismos (junto con otros sindicatos, para que la cosa quede más demócrata) quienes adjudiquen las plazas. Me pregunto: ¿qué diferencia hay entre la dedocracia del régimen anterior y la que pretende implantar la FETE? Creo que ninguna.
Las oposiciones serán muy malas y todo lo que queramos, pero alguna prueba objetiva y pública (para evitar en lo posible, los chanchullos) tiene que haber para comprobar los conocimientos y la capacidad de enseñar del aspirante.
Porque, no nos engañemos, en la lucha por el poder, que lleva consigo el control de la enseñanza, el de los medios de comunicación y un largo etcétera, el «bla, bla, bla» dernocrátipo electoral se olvida por completo. Y si hay una comisión de las centrales sindicales -con sus respectivas comisiones de parados militantes- para la adjudicación de plazas, está claro que los queno seamos de UGT, CC OO..., o de los partidos patrocinadores correspidientes, nos quedamos en la calle, y el que piense lo contrario es un ingenuo.