Estados Unidos confirma su nueva estrategia sobre Oriente Próximo

Una nueva estrategia norteamericana respecto a Oriente Próximo, en la que se da prioridad a los acuerdos bilaterales entre las partes implicadas en el conflicto y disminuye la importancia atribuida a la Conferencia de Paz de Ginebra, fue confirmada el domino por Zbigniew Brzezinski, consejero presidencial para Asuntos de Seguridad.Brzezinski, un profesor universitario de origen polaco al que se considera como el principal inspirador de la política internacional de la Administración Carter, dijo el domingo ante las cámaras de la cadena de televisión ABC que esta nueva estrategia consta de t...

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Una nueva estrategia norteamericana respecto a Oriente Próximo, en la que se da prioridad a los acuerdos bilaterales entre las partes implicadas en el conflicto y disminuye la importancia atribuida a la Conferencia de Paz de Ginebra, fue confirmada el domino por Zbigniew Brzezinski, consejero presidencial para Asuntos de Seguridad.Brzezinski, un profesor universitario de origen polaco al que se considera como el principal inspirador de la política internacional de la Administración Carter, dijo el domingo ante las cámaras de la cadena de televisión ABC que esta nueva estrategia consta de tres fases sucesivas, que podrían compararse con tres círculos concéntricos.

El primer círculo está formado por las conversaciones directas entre Egipto e Israel, que comienzan esta semana con la asistencia de una delegación estadounidense, «porque ellos nos han pedido que estemos presentes», dijo el consejero presidencial. El segundo círculo incorporaría a las conversaciones a los países árabes moderados, como Jordania y Arabia Saudita, y también a una representación de los palestinos moderados. Por último, el tercer círculo envolvería a la Unión Soviética y a Siria, en el caso de que estos países no se hubiesen sumado antes a las negociaciones.

Este último círculo sería la Conferencia de Paz de Ginebra, donde se completarían y articularían los acuerdos conseguidos en las negociaciones anteriores, aclaró Brzezinski, quien admitió que Washington ha abandonado la idea de actuar en tándem con los soviéticos para lograr un arreglo pacífico del conflicto y que la URSS no estaría presente en las conversaciones hasta la tercera fase, aunque una incorporación anterior sería bien recibida por los norteamericanos.

Negó Brzezinski que el objetivo de la política norteamericana sobre Oriente Próximo hubiera sido la reapertura de la Conferencia de Paz de Ginebra y dijo que «nuestra política ha sido flexible y dirigida a lograr que las partes implicadas se reuniesen para mantener negociaciones». El consejero del presidente Carter expresó su esperanza de que Moscú usara su influencia sobre sirios y palestinos de modo «constructivo» para hacerles adoptar una posición «más flexible y moderada».

Tras definir las relaciones entre Norteaméricá y la Unión Soviética como «una mezcla de cooperación y competición», Brzezinski criticó la política rusa en el «cuerno de África», así como la presencia militar cubana en Angola, pero se mostró optimista en los progresos alcanzados en las negociaciones SALT sobre limitación de armamento estratégico, y dijo que no creía que los roces en otros campos influyan en el nuevo acuerdo SALT que está a punto de conseguirse.

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