Revisión del proceso del líder de la oposición filipina condenado a muerte

El presidente de Filipinas, Fernando Marcos, ha ordenado la reapertura del juicio militar en el que fue sentenciado a muerte su enemigo político y líder de la oposición, Benigno Aquino.

La decisión del presidente fue expresada en una carta dirigida al secretario de Defensa, Juan Ponce Enrile, en la que le ordenaba, «en interés de la justicia», la revisión del proceso para que Aquino y los otros dos procesados, también condenados a muerte, tuvieran la oportunidad de presentar más pruebas y testigos a su favor, aclarando que no ponía en duda la imparcialidad y la justicia de la actuación...

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El presidente de Filipinas, Fernando Marcos, ha ordenado la reapertura del juicio militar en el que fue sentenciado a muerte su enemigo político y líder de la oposición, Benigno Aquino.

La decisión del presidente fue expresada en una carta dirigida al secretario de Defensa, Juan Ponce Enrile, en la que le ordenaba, «en interés de la justicia», la revisión del proceso para que Aquino y los otros dos procesados, también condenados a muerte, tuvieran la oportunidad de presentar más pruebas y testigos a su favor, aclarando que no ponía en duda la imparcialidad y la justicia de la actuación de¡ tribunal militar. La decisión del presidente parece ser que fue tomada al criticarse, tanto fuera como en el mismo país, la dureza de la sentencia. En Estados Unidos la reacción y comentarios sobre el resultado del juicio ocupó las primeras páginas de los principales diarios.El ex senador Aquino fue uno de los primeros detenidos después de que el país fuera declarado en estado de excepción, en 1972. Las acusaciones contra él son numerosas, siendo la más grave la del asesinato de un dirigente político en 1967. También se le acusa de posesión ilegal de armas, de actividades subversivas y de conspirar contra el Gobierno con objeto de derrocarlo y sustituirlo por una dictadura militar.

El juicio duró más de quince meses, durante los cuales Aquino solicitó repetidas veces, a través de sus abogados, el ser juzgado por un tribunal civil, alegando que el tribunal militar no era legal ni competente. Después de oír la sentencia, sobre la que los miembros del tribunal deliberaron durante seis horas, Aquino declaró que si el presidente Marcos creía sinceramente en su culpabilidad deseaba ser pasado por las armas inmediatamente.

La prensa local y los portavoces del Gobierno han alabado esta medida.

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