La guerrilla rodesiana rechaza el nuevo plan de Smith

El Frente Patriótico rodesiano, que Agrupa a las dos formaciones guerrilleras más importantes de Zimbawe, rechazaron ayer categóricamente el plan propuesto por el primer ministro Ian Smith, por considerar que tiene como finalidad «instalar un Gobierno marioneta» en el poder. El Frente Patriótico reitera que no habrá solución posible en Rodesia si no se cuenta con ellos, como pretende el primer ministro rodesiano.La nueva propuesta de Ian Smith promete la celebración de elecciones generales, bajo el principio de «un hombre, un voto», para instalar un Gobierno de la mayoría, en el que la minoría...

El Frente Patriótico rodesiano, que Agrupa a las dos formaciones guerrilleras más importantes de Zimbawe, rechazaron ayer categóricamente el plan propuesto por el primer ministro Ian Smith, por considerar que tiene como finalidad «instalar un Gobierno marioneta» en el poder. El Frente Patriótico reitera que no habrá solución posible en Rodesia si no se cuenta con ellos, como pretende el primer ministro rodesiano.La nueva propuesta de Ian Smith promete la celebración de elecciones generales, bajo el principio de «un hombre, un voto», para instalar un Gobierno de la mayoría, en el que la minoría blanca tendría garantizada representación para defender sus intereses. Estas elecciones culmínarán un proceso, que duraría dos años, en el cual será abierto, posiblemente la próxima semana, con negociaciones con los dirigentes africanos moderados, el obispo Abel Muzorewa, el reverendo Ndabaninghi Shitole y el jefe tribal Jeremiah Chirau. De estas negociaciones quedaría excluido el Frente Patriótico.

Esta exclusión de los dirigentes radicales constituye un alejamiento de los planes de pacificación elaborados por Estados Unidos y Gran Bretaña, que los dirigentes del Frente Patriótico afirmaron estar dispuestos a aceptar «bajo ciertas condiciones». Días atrás, Smith declaró que consideraba como fracasado el citado plan.

El proyecto del primer ministro rodesiano ha sido acogido con grandes reservas en Londres, donde se considera que es difícilmente compatible el principio de «un hombre, un voto», con las pretensiones de «primar» la representación de la minoría blanca y, sobre todo, llevar adelante el proceso excluyendo a los dirigentes que precisamente tienen el control de la resistencia armada.