"Las conversaciones de la Moncloa no son un cenáculo para iniciados"

Un sector del grupo de senadores Progresistas y Socialistas Independientes (PSI) no asume la intervención del portavoz del grupo, Manuel Villar Arregui, en el Pleno del Senado celebrado el miércoles pasado, por considerar que rebasó la delegación que se le había conferido y habló exclusivamente a título personal, según declaró ayer a EL PAIS otro de los portavoces del grupo, Joaquín Navarro, quien expreso, además, el «absoluto desacuerdo con la calificación de las conversaciones de la Moncloa como cenáculo para iniciados».

El señor Navarro manifestó que el señor Villar Arregui debió lim...

Un sector del grupo de senadores Progresistas y Socialistas Independientes (PSI) no asume la intervención del portavoz del grupo, Manuel Villar Arregui, en el Pleno del Senado celebrado el miércoles pasado, por considerar que rebasó la delegación que se le había conferido y habló exclusivamente a título personal, según declaró ayer a EL PAIS otro de los portavoces del grupo, Joaquín Navarro, quien expreso, además, el «absoluto desacuerdo con la calificación de las conversaciones de la Moncloa como cenáculo para iniciados».

El señor Navarro manifestó que el señor Villar Arregui debió limitarse, según lo convenido, a unas breves palabras para retirar la proposición no de ley presentada el 22 de septiembre, sobre la crisis socioeconómica, en base a que resultaba anacrónica, así como a señalar que las conversaciones de la Moncloa venían a ratificar el acierto de la misma, siendo de su exclusiva responsabilidad, y en ningún caso criterio del grupo, el resto de las afirmaciones formuladas.Según el señor Navarro, el sector de socialistas que discrepa de la Intervención del señor Villar Arregui alcanza a casi la mitad de los senadores del grupo PSI.

Con relación a las conversaciones de la Moncloa, Joaquín Navarro -que asiste a los encuentros políticos en su calidad de parlamentario del Partido Socialista Popular-, puntualizó que lejos de tratarse de un cenáculo para iniciados, los asistentes son «representantes de partidos políticos con entidad parlamentaria suficiente, que no hurtan al Parlamento el planteamiento de los temas, ya que los textos resultantes de las conversaciones se discutirán a fondo en ambas Cámaras». El objetivo de los contactos es -añade- intentar desconflictivizar los puntos básicos de carácter económico y político. Por otra parte, el señor Navarro atribuye el desagrado de su compañero de grupo al hecho de no estar presente en las conversaciones de la Moncloa, por no ostentar representación en el Congreso de Diputados el partido Izquierda Democrática, del que el señor Villar Arregui es líder.

Por su parte, el senador, independiente Fidel Carazo, a quien el presidente de la Cámara Alta negó el uso de la palabra en el Pleno del pasado miércoles, ha presentado un escrito en la secretaría del Senado, en el que afirma que las dos Cámaras de las actuales Cortes han sido reducidas por el Gobierno a «una escoria del acontecer democrático» y alude a la convocatoria a la Moncloa de represe ntantes de «grupos políticos más o menos relevantes o caracterizados».

Estima el senador independiente por Soria que cualquier procedimiento de acuerdo que no pase por las Cámaras «comporta desprecio e insulto para el electorado español y vejación intolerable para la mayoría de quienes aquí estamos por la expresa voluntad libre del pueblo, cuya soberanía encarnamos». Como alternativa final propone que las Cámaras «aptúen hasta el límite de sus prerrogativas o se disuelvan».