PSOE y Alianza Popular contra el proyecto de control parlamentario del Gobierno

Por el escaso margen de veinticinco votos fue derrotada, en la sesión plenaria del Congreso celebrada ayer, la enmienda a la totalidad al proyecto de ley presentado por el Gobierno sobre el control parlamentario del ejecutivo, defendida por el grupo parlamentario de Alianza Popular con el apoyo de los votos del PSOE. A favor de la enmienda votaron 133 parlamentarios —los de AP y PSOE— y en contra los 158 diputados de la UCD. El resto de los grupos parlamentarios —comunista, mixto y minoría vasco- catalana— se abstuvieron con un total de 43 votos.

La sesión se ini...

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Por el escaso margen de veinticinco votos fue derrotada, en la sesión plenaria del Congreso celebrada ayer, la enmienda a la totalidad al proyecto de ley presentado por el Gobierno sobre el control parlamentario del ejecutivo, defendida por el grupo parlamentario de Alianza Popular con el apoyo de los votos del PSOE. A favor de la enmienda votaron 133 parlamentarios —los de AP y PSOE— y en contra los 158 diputados de la UCD. El resto de los grupos parlamentarios —comunista, mixto y minoría vasco- catalana— se abstuvieron con un total de 43 votos.

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La sesión se inició con la intervención de Manuel Fraga para defender la enmienda a la totalidad al proyecto presentada por su grupo parlamentario, Alianza Popular.

El señor Fraga, con su habitual oratoria apresurada, argumentó su oposición al mismo por razones de oportunidad, procedimiento y de fondo. Para el líder de AP, la inoportunidad es manifiesta por cuanto la ponencia constitucional acaba de aprobar un sistema de control parlamentario, perfectamente articulado y la Cámara ha regulado esta materia en su propio reglamento.

En cuanto al procedimiento, Fraga manifestó que el mismo debate era antirreglamentario, ya que las normas provisionales de la Cámara disponen, en su artículo 27, que el Congreso no puede legislar hasta que la Cámara esté constituida definitivamente o aprobado su reglamento.

En cuanto al fondo, el señor Fraga se opuso a que los votos de confianza y de censura se discutan en una asamblea conjunta del Congreso y el Senado, «hecho que no tiene precedentes ni en el Derecho constitucional histórico español ni en el Derecho comparado».

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Para replicar a la intervención de Fraga -que fue aplaudida en solitario por Gonzalo Fernández de la Mora—accedió a la tribuna, en nombre del Gobierno, el ministro de Trabajo, Manuel Jiménez de Parga, quien, en una desafortunada intervención, con tintes bastante demagógicos, se limitó a defender las intenciones democráticas del Gobierno y a acusar a Alianza Popular de «enemigo de la democracia».

El ministro de Trabajo comenzó advirtiendo que el proyecto era un texto provisional y que el Gobierno no pretendía «regular esta importantísima materia constitucional que corresponde al Parlamento, que, en última instancia, debe ser refrendada por el pueblo español».

Jiménez de Parga, contra AP

Alzando el tono de voz y dirigiendo su mirada hacia los escaños ocupados por los diputados de Alianza Popular, el señor Jiménez de Parga lanzó una acusación contra este grupo en los siguientes términos: «El Gobierno desea someterse al control del Parlamento, pero sin improvisación. Los que han presentado la enmienda a la totalidad quizá hubieran deseado que hubiera brotado el caos y el desgobierno en el Parlamento. Si no hubiéramos elaborado este proyecto, los enemigos de la democracia estarían felices.»

Por último, el ministro de Trabajo afirmó que el Gobierno no tenía obligación legal de comparecer ante las Cámaras, y lo había hecho porque se lo pedía su conciencia democrática, frase esta última que acentuó la hilaridad con que parte de la Cámara había seguido la intervención del ministro.

Fraga replica

Manuel Fraga pidió entonces intervenir para plantear una cuestión de orden y preguntó al ministro qué había querido decir cuando calificó el proyecto de ley fundamental, si se refería a su rango o «si ha sido un simple flactus vocis de los muchos que le hemos oído». Respecto a las alusiones del ministro en el sentido de que quienes presentaban la enmienda a la totalidad eran enemigos de la democracia, Fraga afirmó que los que defienden la democracia son amigos de la democracia fuerte, pero sobre todo los que recuerdan la frase de Lincoln: «Se puede engañar a alguna gente durante todo el tiempo; se puede engañar a todo el mundo durante algún tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo durante todo el tiempo.»

Peces Barba: un proyecto paternalista

Seguidamente, los grupos parlamentarios intervinieron para exponer su explicación del voto. En primer lugar lo hizo Gregorio Peces Barba, por el PSOE, quien desde un primer momento afirmó que su grupo parlamentario iba a votar a favor de la enmienda de Alianza Popular.

Peces Barba hizo algunas referencias históricas la coherencia de su partido —que posteriormente serían replicadas por Carrillo— y salió en defensa de Alianza Popular, al afirmar que para los socialistas resultaba intolerable la alusión del representante del Gobierno, al calificar de enemigos de la democracia a quienes presentan enmiendas a la totalidad. Seguidamente calificó el proyecto de «paternalista», porque intentaba incidir en una decisión ya tomada por el propio Parlamento.

Señaló a continuación que el partido del Gobierno era incongruente en este terna, pues en la junta de portavoces y en intervenciones de sus miembros había de mostrado una postura contraria, al no admitir el voto de censura provisional hasta que no estuviera regulado constitucionalmente. El señor Peces Barba, tras ser advertido por el presidente de que se había excedido en el tiempo, finalizó su intervención, reseñando que el Gobierno no había acudido a someterse a la Cámara, puesto que ya lo estaba desde el debate sobre los sucesos de Santander.

Comunistas, minoría vasco-catalana y grupo mixto se abstienen

Santiago Carrillo intervino a continuación y anunció que su grupo se iba a abstener, aunque ello no prejuzgaba su voto al proyecto final. Refiriéndose a la intervención de Jiménez de Parga dijo: «No nos asociamos al proceso de intenciones del ministro de Trabajo. Nosotros, mientras no se demuestre lo contrario, nos negamos a hacer ningún tipo de juicio de este tipo, y Dios sabe que estamos lejos de Alianza Popular.»

Tras mostrar su disconformidad por la referencia a la quinta república francesa «pues no sé si el ministro nos quiere colar de rondón una monarquía presidencialista», afirmó que el grupo comunista no iba a ir de plano contra el proyecto del Gobierno, porque no había que crear más vacío de poder que el que existe con un Gobierno en minoría parlamentaria.

Por los socialistas de Cataluña tomó la palabra Martín Toval, quien argumentó su voto a favor de la enmienda a la totalidad en parecidos términos que su correligionario Peces Barba. Miguel Roca, por la minoría vasco-catalana, señaló que su grupo se iba a abstener en la enmienda a la totalidad.

Raúl Morodo, en nombre del grupo mixto, anunció también la abstención de su grupo «por un principio de coherencia».

Finalmente intervino, en nombre de UCD. Rafael Arias Salgado, quien anunció que votarían en contra «por la estricta necesidad del proyecto, ya que el Gobierno debe quedar sometido al control del Parlamento».

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