Tribuna:

Parecen nuevos

Si se nos permite la licencia coloquial, la revelación que el Ministerio de Trabajo ha hecho a la agencia Cifra sobre las elecciones sindicales sugiere tan sólo este comentario: parecen nuevos. Los responsables de la política laboral del país descubren ahora, cuando en las Cortes ya existe un serio proyecto de ley reguladora de la Acción Sindical en la Empresa presentado por UGT, a través del PSOE, que la falta de acuerdo entre la concepción comunista y socialista del sindicalismo obliga a la saloniónica utilización del decreto-ley.Para llegar a esta conclusión, el Ministe...

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Si se nos permite la licencia coloquial, la revelación que el Ministerio de Trabajo ha hecho a la agencia Cifra sobre las elecciones sindicales sugiere tan sólo este comentario: parecen nuevos. Los responsables de la política laboral del país descubren ahora, cuando en las Cortes ya existe un serio proyecto de ley reguladora de la Acción Sindical en la Empresa presentado por UGT, a través del PSOE, que la falta de acuerdo entre la concepción comunista y socialista del sindicalismo obliga a la saloniónica utilización del decreto-ley.Para llegar a esta conclusión, el Ministerio de Trabajo ha necesitado recapacitar exactamente el tiempo que ha transcurrido desde el pasado 14 de septiembre, fecha en que tuvo lugar el último contacto negociador Gobierno-centrales. Mientras tanto, ninguna explicación acerca de este impasse negociador por parte de la Administración, y complaciente silencio por parte de las centrales. Como decorado a tan idílica inconsciencia de una y otra parte, queda el cada día más agravado panorama económico para cuya solución se iniciaron las negociaciones.

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Pero, el Gobierno ucedista, una vez más tiene la solución. Ante los débiles cauces de representación obrera, unas elecciones reguladas por decreto clarificarán el panorama y dotarán a la empresa de auténticos órganos representativos de los intereses de la clase trabajadora. Pero, ¿quién garantiza al Gobierno ucedista que su decreto-ley contará con el consenso sindical que posibilite su adecuación a la realidad? ¿Cómo conseguirá Trabajo poner de acuerdo a CCOO y UGT sobre la normativa electoral?

En definitiva, si ahora los responsables de Trabajo ven posible aunar los criterios sindicales enfrentados en torno a las elecciones, ¿por qué han hecho necesario recurrir a la urgi,encia del decreto-ley? Parecen nuevos. Tan nuevos, que se les nota.

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