No hubo acuerdo para la jornada vasca del 7 de octubre
El día 7 de octubre puede ser una gran jornada autonomista vasca.
El hecho de que un total de dieciséis siglas políticas acudieran a la sede del PTE el viernes por la noche, para unificar criterios en torno a esta celebración, es ya un síntoma del interés que la convocatoria del Gobierno vasco ha despertado entre las fuerzas políticas. Pese a todo, la izquierda más radical no está dispuesta a que su presencia en la calle sea capitalizada por los partidos mayoritarios, para elevar al Gobierno vasco a un papel similar al de Tarradellas.
Cerca de tres horas duró la negociación e...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El día 7 de octubre puede ser una gran jornada autonomista vasca.
El hecho de que un total de dieciséis siglas políticas acudieran a la sede del PTE el viernes por la noche, para unificar criterios en torno a esta celebración, es ya un síntoma del interés que la convocatoria del Gobierno vasco ha despertado entre las fuerzas políticas. Pese a todo, la izquierda más radical no está dispuesta a que su presencia en la calle sea capitalizada por los partidos mayoritarios, para elevar al Gobierno vasco a un papel similar al de Tarradellas.
Cerca de tres horas duró la negociación en torno a los tres puntos básicos de la convocatoria planteados por PNV y PSOE: apoyo al Gobierno vasco, autonomía y respaldo, a los parlamentarios. Al final y vista la intransigencia de los mayoritarios, que aceptaban, la incorporación de nuevas consignas (amnistía), pero no la retirada de las ya existentes, la izquierda abertzale y otros cuatro partidos de izquierda decidieron abstenerse.