Sacerdote asesinado en Morell (Tarragona)

El sacerdote mossen Abdón Socias, de cincuenta y siete años, fue asesinado ayer a cuchilladas en Morell (Tarragona) por un joven que previamente le había solicitado confesión.Según testigos presenciales, los hechos, registrados alrededor de las ocho de la mañana, se iniciaron al llamar un individuo, que resultó ser Juan Llauradó Reventós, a la rectoría para solicitar confesión. Al encontrarse el párroco ausente por vacaciones, acudió a atender la demanda el sacerdote mossen Socias, natural de Morell y temporalmente en la localidad, por encontrarse pasando unos días de vacaciones. Sin que, al p...

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El sacerdote mossen Abdón Socias, de cincuenta y siete años, fue asesinado ayer a cuchilladas en Morell (Tarragona) por un joven que previamente le había solicitado confesión.Según testigos presenciales, los hechos, registrados alrededor de las ocho de la mañana, se iniciaron al llamar un individuo, que resultó ser Juan Llauradó Reventós, a la rectoría para solicitar confesión. Al encontrarse el párroco ausente por vacaciones, acudió a atender la demanda el sacerdote mossen Socias, natural de Morell y temporalmente en la localidad, por encontrarse pasando unos días de vacaciones. Sin que, al parecer, se intercambiaran más palabras que una nueva solicitud de confesión, el joven asestó numerosas cuchilladas al sacerdote, quien falleció cuando era transportado a la vecina ciudad de Tarragona.

Inmediatamente después de cometer su delito, el agresor se dirigió sin soltar su arma hacia el cuartel de la Guardia Civil. Una vez allí se arrojó contra el guardia que se hallaba de puesto ante la puerta, quien se, defendió haciendo uso de su arma reglamentaria. Alcanzado por dos disparos, el agresor murió instantáneamente.

La persona autora del homicidio ha sido identificada por la Guardia Civil como Juan Llauradó Reventós, de veinticuatro años, natural y vecino de Morell. Se sabe que el joven había residido hasta hace poco en Suiza y se encontraba actualmente en tratamiento médico. Sin embargo, según el testimonio de quienes le conocían, en ningún momento había dado síntomas de desequilibrio.

En uno de los bolsillos del homicida se ha encontrado una especie de testamento en el que pide que no le hagan funerales.

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