Móstoles

Seiscientos niños estudiarán en sistema de doble turno

Seiscientos niños de Móstoles en edad escolar tendrán que acogerse al sistema de doble turno en colegios ya de por sí insuficientes para las necesidades actuales. Otros tantos se repartirán en locales, como la Casa de la Juventud, hasta hace poco administrada por la OJE, aulas vacías de un colegio de BUP o locales comerciales cedidos por inmobiliarias que se habilitarán para fines escolares.En opinión de los 2.000 vecinos que asistieron a una asamblea celebrada el sábado, esta solución, presentada por el alcalde de Móstoles como la única posible, no hará sino degradar aún más las condiciones e...

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Seiscientos niños de Móstoles en edad escolar tendrán que acogerse al sistema de doble turno en colegios ya de por sí insuficientes para las necesidades actuales. Otros tantos se repartirán en locales, como la Casa de la Juventud, hasta hace poco administrada por la OJE, aulas vacías de un colegio de BUP o locales comerciales cedidos por inmobiliarias que se habilitarán para fines escolares.En opinión de los 2.000 vecinos que asistieron a una asamblea celebrada el sábado, esta solución, presentada por el alcalde de Móstoles como la única posible, no hará sino degradar aún más las condiciones en que se desarrolla la enseñanza en el pueblo.

El déficit de plazas viene motivado porque la empresa Arcos, contratada por el Ministerio de Educación para construir cinco colegios nacionales, se ha declarado en suspensión de pagos, y ha paralizado las obras. Los vecinos de Móstoles, apoyados por los partidos políticos y las centrales sindicales que operan allí, tratan de conseguir que los trabajadores, ahora parados, de la empresa continúen con las obras y que el Ministerio les pague directamente. Esta solución, que permitiría la construcción de los centros al tiempo que daba trabajo a los obreros, no ha sido admitida por el alcalde, quien alega las dificultades jurídicas que plantea.

El alcalde, Edistio González, se mostró partidario de fortalecer la enseñanza privada y el sistema de subvenciones, junto a las medidas citadas al principio, insistiendo en que «ya no queda otro remedio».

Los asistentes a la asamblea estuvieron a punto de abuchearle varias veces, y alegaron que el Ayuntamiento no ha prestado atención al problema durante años, por lo que si ahora no hay remedio, la responsabilidad es suya.

Las conclusiones a que se llegó en la asamblea fueron rechazar el sistema de doble turno, exigir que en el plazo de una semana se reanuden las obras de los colegios, conseguir que las empresas inmobiliarias cedan locales comerciales que puedan habilitarse como aulas -hasta ahora sólo Iviasa ha ofrecido uno de 350 metros cuadrados- y que, según haya centros en funcionamiento se trasladen a ellos alumnos de los más congestionados.

Al final de la asamblea se originó una manifestación espontánea, que aglutinó a unas 4.000 personas, y en la que el alcalde participó, presionado por las voces de los vecinos.

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