Preocupación en la capital argelina

La situación que prevalece en el sur de Líbano, donde se señala una ofensiva de las fuerzas conservadoras de ese país, apoyada, según los palestinos, por los blindados y la aviación israelita, es seguida con visible preocupación en la capital argelina.El presidente, Huari Bumedien, fue informado por Yasser Arafat del desarrollo de los acontecimientos en esa región que, según los medios políticos argelinos, tienden a impedir la aplicación de la tercera fase de los acuerdos de Chtaura, que regulan las relaciones entre la OLP y el Gobierno libanés.

En función de lo que aquí se califica com...

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La situación que prevalece en el sur de Líbano, donde se señala una ofensiva de las fuerzas conservadoras de ese país, apoyada, según los palestinos, por los blindados y la aviación israelita, es seguida con visible preocupación en la capital argelina.El presidente, Huari Bumedien, fue informado por Yasser Arafat del desarrollo de los acontecimientos en esa región que, según los medios políticos argelinos, tienden a impedir la aplicación de la tercera fase de los acuerdos de Chtaura, que regulan las relaciones entre la OLP y el Gobierno libanés.

En función de lo que aquí se califica como «una vieja táctica del sionismo», la intervención militar israelita trataría de bloquear los esfuerzos diplomáticos para hallar una solución al conflicto de Oriente Próximo, en vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Con relación a ello, Argelia ha mostrado su decepción sobre las decisiones adoptadas recientemente en El Cairo por el consejo ministerial de la Liga Arabe, afirmando que este último cayó en el juego de Tel-Aviv al determinar combatir los efectos de la «escalada sionista» en los territorios ocupados y eludir la causa principal, como es la permanencia de Israel en esa zona.

No es la primera vez que los responsables argelinos dan muestra de desagrado hacia la fracción árabe más conservadora, representada en este caso por Egipto. Otra prueba de ello fue dada días atrás, al criticar la actitud de rechazo de El Cairo y Bagdad a la propuesta tendente a solicitar la exclusión de Israel de la ONU, lo cual ha sido estimado aquí como la voluntad del presidente Sadat de no emprender ninguna acción diplomática contra Tel-Aviv durante el plazo de validez del acuerdo bipartito del Sinaí, firmado por ambos Gobiernos.

La permanencia de los fedayine en el sur de Líbano, al lado de las fuerzas de la izquierda libanesa es reivindicada por la OLP en un mensaje a los jefes de Estado árabe, en el que afirman no estar dispuestos a retroceder al norte del río Litani, a quince kilómetros de la frontera, como ha sido exigido por Israel.

La OLP estima que esa presencia es necesaria para impedir su neutralización durante la actual fase exploratoria para una solución pacífica del caso palestino en el marco de una nueva convocatoria de la conferencia de Ginebra.

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