Tribuna:

No desesperar

Seguimos con la Bolsa, mejor dicho, con lo que queda de ella, por los suelos. En el parquet nos dicen que entre todos la matamos y ella sola se murió, pero creeíamos que es poca la responsabilidad de la prensa independiente en esta trayectoria. La obligación del cronista bursátil es constatar la realidad Y no cargar las tintas y, con mejores o peores resultados. ésta siempre ha sido nuestra intención.El desastre actual se ha producido por la acumulación de varios factores importantes (estructurales, coyunturales), pero esencialmente como ha puntualizado el síndico de Bilbao en carta al vicepre...

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Seguimos con la Bolsa, mejor dicho, con lo que queda de ella, por los suelos. En el parquet nos dicen que entre todos la matamos y ella sola se murió, pero creeíamos que es poca la responsabilidad de la prensa independiente en esta trayectoria. La obligación del cronista bursátil es constatar la realidad Y no cargar las tintas y, con mejores o peores resultados. ésta siempre ha sido nuestra intención.El desastre actual se ha producido por la acumulación de varios factores importantes (estructurales, coyunturales), pero esencialmente como ha puntualizado el síndico de Bilbao en carta al vicepresidente económico, la Bolsa está gravemente enferma porque lo está la economía española en general. Baste el recuento de sus pensiones de pagos de letras devueltas, etcétera, para comprobar que es así. A estas alturas la gente -y aquí incluimos empresarios y particulares- no vende más que porque lo necesita perentoriamente, dados los atosigamientos de tesorería. Y los brotes de histerismo. como los del viernes en el mercado capitalino, son lógicos.

No es que el índice largo de valor de las acciones haya alcanzado el mínimo de los últimos treinta años (se está acercando vertiginosamente), sino que en la sesión de cierre semanal se ha alcanzado la oscilación más baja, dentro de un ejercicio, desde noviembre de 1948 que terminó a 65.37.

Pese a todo ello nos resistimos al pesimismo radical. Como decía Fuentes Quintana al constituir la comisión pro reforma del mercado de valores, de la actual y extrema gravedad se han de derivar sólidos cimientos para ampliar y potenciarlo en el contexto de una economía libre y competitiva. de forma que las bolsas españolas puedan equipararse, en un plazo medio, a las de los países de mayor desarrollo financiero. Un paradigma, Italia, cuya Bolsa ya está cotizando positivamente el control de la inflación.

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