Obstáculos de úItima hora para el restablecimiento inmediato de la Generalitat

El restablecimiento de la Generalitat no es inminente. El papel a desempeñar por los parlamentarios parece ser el obstáculo que impide un acuerdo definitivo, según se desprende de las declaraciones formuladas por dirigentes de nueve partidos catalanes con representación en las Cortes que ayer se reunieron en Madrid con el vicepresidente para Asuntos Políticos, Fernando Abril; el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa; el ministro adjunto para las Regiones, Manuel Clavero, y Salvador Sánchez Terán, asesor de presidente Suárez, que viene actuando como representante del Gobierno en las negoc...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El restablecimiento de la Generalitat no es inminente. El papel a desempeñar por los parlamentarios parece ser el obstáculo que impide un acuerdo definitivo, según se desprende de las declaraciones formuladas por dirigentes de nueve partidos catalanes con representación en las Cortes que ayer se reunieron en Madrid con el vicepresidente para Asuntos Políticos, Fernando Abril; el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa; el ministro adjunto para las Regiones, Manuel Clavero, y Salvador Sánchez Terán, asesor de presidente Suárez, que viene actuando como representante del Gobierno en las negociaciones con Josep Tarradellas.

Pese a ello parece evidente que en el Consejo de Ministros de hoy la Generalitat no será marginada y es seguro que su restablecimiento será anunciado en otra fecha. «Aunque todo es posible en España», afirmó Salvador Sánchez Terán al ser interrogado sobre si el próximo domingo, en que se celebrará la Diada, estará restablecida la Generalitat. Más cauto se mostró el vicepresidente Fernando Abril al contestar a la misma pregunta diciendo que no era partidario de dar fechas. Por su parte, Carlos Sentís señaló al respecto: «No es posible el día 11, por la inminencia de la fecha.»En todo momento los nueve políticos catalanes afirmaron que estaban de acuerdo con Tarradellas y que el objetivo que trataban de conseguir en sus reuniones con miembros del Gobierno es «realzar el papel de los parlamentarios ». «Los problemas son de forma y no de fondo», afirmó uno de ellos. Para solventar estos matices continuarán las negociaciones y mañana viernes está prevista una nueva reunión similar a la de ayer.

Los dirigentes catalanes que se desplazaron a Madrid fueron Joan Reventós, del Partit Socialista de Catalunya (Congrés); Josep María Triginer, federación catalana del PSOE, Gregorio López Raimundo, Partit Socialista Unificat de Catalunya; Josep Verde, Partit Socialista de Catalunya (ex Reagrupament); Antón Cañellas, Unió Democrática de Catalunya; Jordi Pujol, Convergencia Democrática de Catalunya; Ramón Trías Fargas, Esquerra Democrática; Carlos Sentís, Unión de Centro Democrático, y Heribert Barrera, Esquerra. Republicana de Catalunya.

En Barcelona, nuestro redactor Alfons Quintá obtuvo las siguientes declaraciones: según el senador Pedro Portabella, portavoz de la comisión permanente de Parlamentarios de Cataluña, la finalidad de la reunión era «efectuar una valoración del acuerdo logrado por el presidente Tarradellas con el Gobierno». Portabella afirmó que «debe quedar clarísimo que no se trata en absoluto de un intento de los parlamentarios catalanes de iniciar ninguna nueva negociación, sino, por el contrario, del deseo de continuar el proceso negociador iniciado el 2 de julio por el presidente Tarradellas».Portabella, hablando en nombre de los parlamentarios catalanes, resaltó el que los parlamentarios reunidos en Madrid sean exactamente los mismos que el día anterior estuvieron plenamente de acuerdo con.Josep Tarradellas sobre el decreto-ley de restablecimiento de la Generalitat, cuyo articulado les fue leído por el propio Tarradellas con la autorización previa del Gobierno.

Al acordar este desplazamiento, la comisión permanente de los parlamentarios catalanes volvió a aceptar la marginación del senador Josep Benet del proceso negociador y acordó, lógicamente, aplazar hasta hoy la celebración de la asamblea plenaria de parlamentarios catalanes convocada para la tarde de ayer.

Pasa a la pág. 17

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El enfrentamiento socialistas-Tarradellas, determinante de la política catalana

(Viene de la primera página)Pese al hermetismo de los parlamentarios catalanes reinaba ayer entre ellos un clima de menor optimismo al que habían mostrado el día anterior, a su llegada de París.

El diputado Antón Cañellas reconoció a EL PAIS este hecho, afirmando: «Ayer después de reunirnos con Tarradellas era muy optimista, hoy lo soy menos.» Frases parecidas tuvieron otros dos diputados de diferentes opciones políticas. Uno de ellos citó explícitamente a los socialistas como los responsables de las nuevas reticencias, que estarían centradas en el deseo de que Tarradellas delegase sus funciones ejecutivas y en precisar aún más la composición del consejo de gobierno de la Generalitat, siempre en función de los resultados electorales del 15 de junio. En general, los parlamentarios consultados por EL PAIS criticaban el hecho que los socialistas no hubiesen planteado dificultades el día anterior ante Tarradellas y que, en cambio, lo hiciesen pocas horas después, sin que mediara ninguna novedad, excepción hecha de posibles consultas telefónicas a la dirección central del PSOE.

El reciente enfrentamiento entre los socialistas y Tarradellas se ha convertido, a todas luces, en un elemento capital de la política catalana. Todos los comentarios apuntan hacia el hecho de que la destitución de Benet fue un hecho secundario en este enfrentamiento, cuyas verdaderas coordenadas serían el deseo de Tarradellas de no delegar en absoluto sus funciones ejecutivas en Reventós y la estrategia del PSOE a nivel estatal, de claro hostigamiento al Gobierno Suárez.

Los parlamentarios evitaron ayer informar sobre el contenido del decreto-ley sobre el restablecimiento de la Generalitat, ya articulado, que les había sido leído en París por Josep Tarradellas. No obstante, todo permite señalar que el decreto no institucionaliza, en ningún modo, la Asamblea de Parlamentarios de Cataluña y que es de carácter abierto, en el sentido que permite su perfeccionamiento. En concreto establecería comisiones de trabajo para el traspaso de servicios de la Administración Central a la nueva administración autonómica.

La noticia más sorprendente de la jornada de ayer consistió en las declaraciones formuladas por el propio presidente Suárez en el sentido que «en principio» el Consejo de Ministros de hoy no abordaría el tema del restablecimiento de la Generalitat. De ser así, ello rompería todos los pronósticos y todas las lógicas. Al respecto, el senador Pedro Portabella dijo que la noticia de la no consideración del decreto por el Consejo de Ministros le había dejado «bastante perplejo». Por su parte, Jordi Pujol señaló que esta sorprendente noticia no sería culpa, en su opinión, de las nuevas reticencias de los parlamentarios socialistas, ya que «fue conocida cuando estábamos reunidos y no se había expresado ninguna crítica al decreto».

Otra interpretación de un parlamentario catalán apuntó hacia -la posibilidad de que, en su reciente entrevista, Felipe González hubiese presionado a Adolfo Suárez para que pospusiera el decreto sobre el autogobierno de Cataluña. Esta suposición coincide con la valoración negativa de la estancia de Enrique Múgica en Barcelona y la clara postura actual de los socialistas catalanes, no favorables al decreto.

El endurecimiento sería debido a una reunión conjunta de la ejecutiva del PSOE catalán y del PSC-C, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

EL PAIS puede afirmar que fuentes de la más absoluta responsabilidad habían indicado que sería el Consejo de Ministros de hoy el que remitiría a la Comisión de Urgencia Legislativa el decreto-ley sobre el restablecimiento de la Generalitat. Una de esas fuentes vinculó este posible retraso -que no daba por seguro- al hecho de que el presidente Suárez «no quiere dar la Generalitat sin antes saber claramente si los catalanes la quieren». Esta auténtica verdad de perogrullo, tiene ribetes dramáticos, ya que, desde luego, en la surrealista situación política catalana, parece que se omite el considerar que la alternativa actual se encuentra entre una Generalitat quizá pobre en contenido, o bien, en no tener ninguna institución de autogobierno.

Si el Consejo de Ministros aprobase hoy el decreto y lo remitiera a la Comisión de Urgencia Legislativa, finalizaría ya un proceso de degradación de la vida política catalana, cuya dinámica favorece, a corto plazo, al Gobierno, pero que, a largo plazo, podría ser un factor de inestabilidad general.

Archivado En