Ciudades sin barreras para minusválidos

Después de Palma de Mallorca, será dentro de poco otra ciudad española sin barreras arquitectónicas en las calles que impidan el desarrollo de una vida normal a los minusválidos. Son, sin embargo, aplastante mayoría las ciudades que todavía no han dado ningún paso en este sentido, manteniéndose de espaldas a este gran problema que representa el transporte para casi un millón y medio de personas.Después de una larga serie de protestas y hasta de manifestaciones, los minusválidos han conseguido que el Ayuntamiento barcelonés preste por fin oídos a sus problemas. Tras el autobús experimental con ...

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Después de Palma de Mallorca, será dentro de poco otra ciudad española sin barreras arquitectónicas en las calles que impidan el desarrollo de una vida normal a los minusválidos. Son, sin embargo, aplastante mayoría las ciudades que todavía no han dado ningún paso en este sentido, manteniéndose de espaldas a este gran problema que representa el transporte para casi un millón y medio de personas.Después de una larga serie de protestas y hasta de manifestaciones, los minusválidos han conseguido que el Ayuntamiento barcelonés preste por fin oídos a sus problemas. Tras el autobús experimental con acceso especial para sillas de ruedas, las normas dictadas harán desaparecer miles de pequeñas, pero terribles, dificultades. La entrada al Metro, los pasos de peatones, los pasos elevados, contarán con rampas y vados especiales que simplifiquen de una vez por todas el complicado engranaje de la ciudad.

En Madrid, y aunque existen promesas, por parte del Ayuntamiento nada se ha hecho todavía en este sentido, aunque ya han comenzado a dejarse oír voces de protesta. Lo cierto es que la proliferacíón de grupos como Minusválidos Unidos Auxilia y demás han conseguido adelantar algunas de estas medidas.

El símbolo internacional de accesibilidad presente en la mayor parte de las ciudades europeas será colocado también en Barcelona en todos los lugares y edificios que cuenten con las necesarias condiciones.

La ciudad moderna, llena de aristas, de escaleras, ya de por sí un infierno para todos, se convierte en

una pesadilla para los minusválidos, que no se resignan a la reclusión absoluta a que les reduce lasociedad, y ello pese a que el uso de rampas, de-vados pequeñas modificaciones favorecen además a los ancianos, a las mujeres embarazadas y a un buen número de ciuda danos no plenamente aptos para esta jungla de asfalto que puede ser Madrid, Barcelona o una ciudad cualquiera de más de 200.000 habitantes.

Una barrera que rompe las demás

La accesibilidad de las calles, de los centros culturales, de los edificios públicos o las escuelas a esta elevada cifra de minusválidos es el principio de una apertura a la vida, a todas las actividades. Significa también romper con el aislamiento tradicional, de este sector al poder hacer uso de todo tipo de servicios urbanos, desde cabinas telefónicas hasta aparcamientos públicos que conservarán en Barcelona un 3 % de su capacidad para vehículos de inválidos.Es de esperar que también Madrid siga pronto el ejemplo, acondicionando totalmente, tal y como estaba previsto, el Centro Cultural Cólón y ponga en marcha el autobús especialmente diseñado para disminuidos físicos. Todo lo que es penoso para el cuidadano normal, junto a lo que pasa por cotidiano y obvio, totalmente desapercibido, constituye un esfuerzo inimaginable para ese tanto por ciento condenado al aislamiento que son los mínusválidos.

Otro de sus problemas máximos, la enseñanza, aspecto del que se ocupan preferentemente los integrantes de Auxilia, será objeto dentro de poco de una amplia campaña que ponga en conocimiento de todos las dificultades de aprender cuando se es un minuválido sin recursos económicos, y es necesario depender de la buena voluntad de los estudiantes, profesores ocasionales dispuestos a perder el tiempo con un grupo de alumnos que no se adaptan a las condiciones medias. Auxilia prepara una campaña para el próximo curso escolar con la intención de romper un denso cerco de olvido e indiferencia.

Suprimir todas las barreras, todos los prejuicios es un paso necesario y civilizado que sólo puede reportar ventajas a una minoria y que no constituye el menor inconveniente para nadie.

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