Continúa el enfrentamiento entre los agricultores y el Senpa
La llamada guerra del cereal en la provincia de Logroño continúa estacionaria tras la decisión tomada, en su día, por parte de los cerealistas riojanos de no efectuar entregas de trigo en señal de protesta por el precio fijado de doce pesetas cuando, según los agricultores, debería ser de 14.50 pesetas.A pesar del descontento, las entregas de dicho cereal se están realizando debido a las pocas condiciones que reúnen los almacenes de los agricultores y por el peligro de fermentación a causa de la humedad. Estas entregas se están realizando a un ritmo muy lento, lo que crea todavía mayor tirante...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La llamada guerra del cereal en la provincia de Logroño continúa estacionaria tras la decisión tomada, en su día, por parte de los cerealistas riojanos de no efectuar entregas de trigo en señal de protesta por el precio fijado de doce pesetas cuando, según los agricultores, debería ser de 14.50 pesetas.A pesar del descontento, las entregas de dicho cereal se están realizando debido a las pocas condiciones que reúnen los almacenes de los agricultores y por el peligro de fermentación a causa de la humedad. Estas entregas se están realizando a un ritmo muy lento, lo que crea todavía mayor tirantez.
Hace escasos días, el director del Servicio Nacional de Productos Agrarios (Senpa), señaló que el precio del trigo que se estaba pagando en la región riojana era el justo para el trigo de cereal que allí se cultivaba y descartó la posibilidad de que se pudiese elevar nuevamente el precio del trigo.
Guerra del tomate
El pasado jueves se reunió en el eno del FORPPA el grupo de trabajo correspondiente al tomate para la industria extremeña con la representación del citado organismo, de los distintos sectores y de los mercados de origen. En la citada reunión se sometieron a estudio los efectos producidos por la devaluacíón de la peseta, las repercusiones en forma de incremento de costes de salarios, tanto en sus aspectos de producción como de industrialización y comercio exterior.Para los próximos días se celebrará una nueva reunión de donde habrán de salir los acuerdos definitivos que afectarán a las futuras entregas de tomate a las industrias colaboradoras, al mismo tiempo que tendrán efecto retroactivo con relación a las ya entregadas.
Según las fuentes del Forppa, es muy probable que se llegue a un acuerdo que ataje el conflicto de forma definitiva.
Hace ya varios meses la producción tomatera en Extremadura entró en conflicto con los industriales conserveros, hasta el punto que desencadenó lo que se llamó la guerra del tomate.