El Gobierno quiere rejuvenecer la Banca

El Gobierno del presidente Suárez podría aprobar en fecha próxima una norma legal, posiblemente con rango de decreto, por la cual se limitaría la edad -a 65 años posiblemente- de los presidentes y consejeros de banco en activo, según ha podido saber EL PAIS en fuentes dignas de crédito.

En el caso de aprobarse tal medida serán muchos los banqueros que queden al margen, al menos de manera directa, de la gestión de la gran banca, con lo que ello puede suponer para agilizar las medidas que los mercados monetario y financiero necesitan.Hace dos años, un decreto de Presidencia del Gobierno, ...

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El Gobierno del presidente Suárez podría aprobar en fecha próxima una norma legal, posiblemente con rango de decreto, por la cual se limitaría la edad -a 65 años posiblemente- de los presidentes y consejeros de banco en activo, según ha podido saber EL PAIS en fuentes dignas de crédito.

En el caso de aprobarse tal medida serán muchos los banqueros que queden al margen, al menos de manera directa, de la gestión de la gran banca, con lo que ello puede suponer para agilizar las medidas que los mercados monetario y financiero necesitan.Hace dos años, un decreto de Presidencia del Gobierno, publicado el 15 de abril de 1975, abordaba el régimen de consejeros y directores de las cajas de ahorro y contemplaba, entre otras cosas, la necesidad de ser menor de 75 y 70 años, respectivamente, para el desempeño de puestos en estas instituciones financieras.

En 1968, y con motivo del envío a las Cortes de la ley de Incompatibilidades Bancarias, tanto el proyecto de ley remitido por el Gobierno, como el texto de la . ponencia, contemplaban el límite de setenta años para desempeñar altos cargos directivos en la banca. Lo curioso es que el articulado que hacía referencia a la edad límite no fue aprobado y el texto definitivo apareció sin la citada limitación.

Parte de la banca en la oposición

El reciente anuncio de las medidas económicas que piensa llevar a la práctica el actual Gobierno ha creado un profundo malestar en diferentes sectores del gran mundo económico; malestar encabezado por alguno de los grandes bancos, si bien otros mantienen su apoyo más firme a las intenciones gubernamentales.

En el último almuerzo celebrado entre los dirigentes de la política económica -Fuentes Quintana, Fernández Ordóñez y López de Letona- con los presidentes de los grandes bancos nacionales, fuentes de solvencia han reseñado la gran dureza de las palabras que se entrecruzaron ambas partes, ya que algunos presidentes de banco expresaron su malestar por la adopción de las medidas monetarias, financieras y fiscales que el Gobierno incluye en su programa inicial para sanear la economía.

La postura de la gran banca frente a las medidas que el Gobierno piensa tomar es parcialmente hostil, ya que son algunas las excepciones -Bilbao, Urquijo...-, que defienden y se muestran identificados con las medidas.

En este sentido, el presidente del Banco de Bilbao, José Ángel Sánchez Asiaín, ha hecho unas declaraciones en las que dice que el conjunto de medidas económicas anunciado por el Gobierno supone un indudable esfuerzo para hacer frente a la crisis económica en la que el país se halla sumergido. «En conjunto -dice- el programa del Gobierno puede considerarse racional, coherente y positivo, quizá se pueda añadir que no es el mejor, sino el único posible en estas circunstancias, que dejan un margen de maniobra muy escaso. Incluso en el ámbito financiero, el programa contempla su reforma en profundidad, ésta es justamente la posición que hemos venido defendiendo frente al simplismo de la idea que bastaba una mera liberalización de los tipos de interés. Pensamos que la aplicación de todas las medidas propuestas dará racionalidad y una mayor libertad a la formación del tipo de interés.»

Pero esta opinión del presidente del Banco de Bilbao no es, ni mucho menos, compartida por otros grandes bancos, que ven en las medidas presentadas por el Gobierno una seria traba a la hasta ahora cómoda andadura de la banca por la economía española.

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