Cartas al director

EL PAIS y Cataluña

Por pudor, prudencia o lo que sea, ningún catalán (¡oh, fantasma de la desunión!) se ha atrevido a aplaudir el matizado y tan bien elaborado editorial del periódico, sobre el «caso» Tarradellas y sus andanzas madrileñas. Parece de película, pero el fondo de la cuestión es un problema de banderas y de competencias. Cataluña quiere, a través de sus genuinos representantes electos, negociar su autonomía. Y el señor Tarradellas, honorable presidente en el exilio, es una baza simbólica para la mayoría, pero el Gobierno se ha aprestado a hincharlo y ganárselo y así lo ha conseguido. ¡Cómo puede tole...

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Por pudor, prudencia o lo que sea, ningún catalán (¡oh, fantasma de la desunión!) se ha atrevido a aplaudir el matizado y tan bien elaborado editorial del periódico, sobre el «caso» Tarradellas y sus andanzas madrileñas. Parece de película, pero el fondo de la cuestión es un problema de banderas y de competencias. Cataluña quiere, a través de sus genuinos representantes electos, negociar su autonomía. Y el señor Tarradellas, honorable presidente en el exilio, es una baza simbólica para la mayoría, pero el Gobierno se ha aprestado a hincharlo y ganárselo y así lo ha conseguido. ¡Cómo puede tolerar Suárez que la izquierda catalana y Cataluña entera lleve la iniciativa! Gracias, pues, a EL PAIS por denunciar discretamentela maniobra y las actitudes «ahistóricas y místicas».

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