Cartas al director

Diabético a favor del doctor Pallardo

Lleno de asombro leí hace pocos días una noticia sobre la destitución del doctor Pallardo en su cargo de director del Instituto de Díabetología de la Cruz Roja de Madrid. Da la casualidad de que yo soy diabético y sigo mi tratamiento en dicho centro de diabetología, tal vez el único capacitado en toda España que todos queremos construir mejor, pero siguiendo desde luego métodos razonables, basados en la lógica media mayoritaria y nunca a través de decisiones absurdas ni mucho menos antiteleológicas, corno es la que la Cruz Roja Española (organización en teoría de carácter benéfico, exenta, por...

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Lleno de asombro leí hace pocos días una noticia sobre la destitución del doctor Pallardo en su cargo de director del Instituto de Díabetología de la Cruz Roja de Madrid. Da la casualidad de que yo soy diabético y sigo mi tratamiento en dicho centro de diabetología, tal vez el único capacitado en toda España que todos queremos construir mejor, pero siguiendo desde luego métodos razonables, basados en la lógica media mayoritaria y nunca a través de decisiones absurdas ni mucho menos antiteleológicas, corno es la que la Cruz Roja Española (organización en teoría de carácter benéfico, exenta, por consiguiente, de imposiciones fiscales) considere la labor de dicho centro y de dicho doctor como «poco rentable», entre otras cosas.En fin, que quisiera sensibilizar respecto a que no es cuestión de engaño, ya que pueden encuestar a cualquiera de los miles de españoles que nos tratamos con médicos de dicho centro y bajo las órdenes y pronta supervisión del diligente doctor Pallardo y a quienes debemos desde el tratamiento adecuado que unicamente unos especialistas como dichos doctores (por cierto formados profesional mente por el doctor Pallardo), que nos indican eficazmente la cantidad de insulina, así como su modo de empleo, el mejor modo de inyectarnos, los servicios de oftalmología, ginecología, cirugía, odontología, campamentos juveniles, reuniones de familiares de diabéticos e incluso para el enfermo que además sea católico hay capilla y capellán.

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