Pablo VI amenaza a monseñor Lefebvre con la excomunión

El Papa Pablo VI ha advertido en una carta dirigida a monseñor Lefebvre, obispo integrista a quien desde hace algún tiempo el Vaticano exoneró de toda potestad canónica, que de llevarse a efecto las catorce ordenaciones sacerdotales previstas en Econe (Suiza) para el día 29, éstas, que serán conferidas por monseñor Lefèbvre, constituirán una ruptura irreparable con la Iglesia Católica.

Según interpretan los observadores vaticanos, esta carta del Papa constituye la más grave advertencia que el Vaticano ha dirigido hasta ahora a monseñor Lefèbvre y encierra la amenaza de las má...

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El Papa Pablo VI ha advertido en una carta dirigida a monseñor Lefebvre, obispo integrista a quien desde hace algún tiempo el Vaticano exoneró de toda potestad canónica, que de llevarse a efecto las catorce ordenaciones sacerdotales previstas en Econe (Suiza) para el día 29, éstas, que serán conferidas por monseñor Lefèbvre, constituirán una ruptura irreparable con la Iglesia Católica.

Según interpretan los observadores vaticanos, esta carta del Papa constituye la más grave advertencia que el Vaticano ha dirigido hasta ahora a monseñor Lefèbvre y encierra la amenaza de las máximas penas canónicas, es decir, con la excomunión.

«El Papa -dijo el portavoz vaticano que explicó el contenido de la carta- ha instado a monseñor Lefèbvre a no realizar un nuevo y gravísimo acto de desobediencia a la autoridad eclesial, transgrediendo la censura canónica que le prohibe el ejercicio de cualquier potestad.»

Las anunciadas ordenaciones sacerdotales fue un punto de discusión entre el obispo suspendido a divinis y el Papa. Monseñor Lefebvre puso como condiciones para abstenerse de ordenar a los sacerdotes, entre otras, que se revisaran algunas normas y disposiciones conciliares sobre el ecumenismo, la reforma litúrgica y la libertad religiosa.

El obispo integrista pedía también un replanteamiento de la celebración de la misa según los antiguos ritos, como es el tridentino. En el orden más personal, monseñor Lefèbvre exigió también que la Santa Sede volviese a reconocer jurídicamente a su comunidad La Fraternidad de San Pío V, revocada en 1976.

El Vaticano no ha aceptado ninguna de las condiciones fijadas por el prelado disidente, por lo que Pablo VI ha respondido con este ultimátum en el que le amenaza con las máximas penas.

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