MiIitantes del PSOE, dispersados por la policía

«El noveno país industrial del mundo está haciendo el más espantoso de los ridículos en lo que se refiere al cómputo de votos», dijo Felipe González, secretario general del Partido Socialista Obrero Español, cuando abandonaba la sede de su partido, a las seis y media de la mañana. Felipe González, que iba acompañado por su mujer, Carmen Romero, expresó su preocupación por los resultados de los votos para el Senado en Madrid, aunque aparentaba satisfacción por el resultado que estaba ofreciendo la votación para su partido en la candidatura al Congreso. Todos los miembros del comité ejecutivo de...

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«El noveno país industrial del mundo está haciendo el más espantoso de los ridículos en lo que se refiere al cómputo de votos», dijo Felipe González, secretario general del Partido Socialista Obrero Español, cuando abandonaba la sede de su partido, a las seis y media de la mañana. Felipe González, que iba acompañado por su mujer, Carmen Romero, expresó su preocupación por los resultados de los votos para el Senado en Madrid, aunque aparentaba satisfacción por el resultado que estaba ofreciendo la votación para su partido en la candidatura al Congreso. Todos los miembros del comité ejecutivo del PSOE abandonaron la sede del partido, en García Morato, y se retiraron a descansar poco después de que lo hiciera Felipe González. La noche electoral del PSOE, debido al reducido tamaño del local, según explicó un miembro del partido, se celebró con la asistencia de doscientos invitados. No se permitió el paso a la prensa ni a militantes. En el exterior del edificio se habían colocado unos paneles en los que se informaba de los datos que el PSOE obtenía en las diferentes regiones acerca del resultado del escrutinio. A lo largo de la noche se concentraron ante el local de García Morato numerosos militantes del partido, que fueron incrementando su número poco a poco. La policía, que vigilaba intensamente la zona, disolvió a los manifestantes. Esta situación se reprodujo después, aunque se limitó a no permitir el acceso a la zona

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