Cartas al director

Defendiendo la bandera

Somos un grupo de jóvenes canarios, y, por tanto, españoles, que nos hemos decidido a poner estas líneas a fin de expresar de manera fehaciente nuestra solidaridad con la actitud gallarda y valiente del joven Marcos García Rodríguez, que, como ya se sabe por los comunicados de agencia, fue brutalmente apaleado por quince «señoritos» comunistas por defender los principios intangibles de la patria.El pasado día 14, en el INEM Pérez Galdós, la bandera nacional fue arrancada y pisoteada por un grupo «democrático». Ninguna autorídad del centro hizo nada para evitar este hecho; solamente dos persona...

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Somos un grupo de jóvenes canarios, y, por tanto, españoles, que nos hemos decidido a poner estas líneas a fin de expresar de manera fehaciente nuestra solidaridad con la actitud gallarda y valiente del joven Marcos García Rodríguez, que, como ya se sabe por los comunicados de agencia, fue brutalmente apaleado por quince «señoritos» comunistas por defender los principios intangibles de la patria.El pasado día 14, en el INEM Pérez Galdós, la bandera nacional fue arrancada y pisoteada por un grupo «democrático». Ninguna autorídad del centro hizo nada para evitar este hecho; solamente dos personas, jóvenes de apenas dieciocho años, fueron los que en aras de un sagrado deber salieron en defensa de la enseña y, trepando por el mástil, ya que la cuerda de izar estaba rota, devolvieron aquélla al sitio que le correspondía.

Días después, cuando había recibido varias amenazas, Marcos salía de su clase nocturna y se encontró con un cartel firmado por (Juventudes Comunistas Canarias), en que se atentaba contra la Monarquía, la unidad de la patria y se insultaba al Ejército y a la policía, cumpliendo con su deber de español, sin importarle las posibles consecuencias, arranca el cartel, que rompió y arrojó a una papelera, y entonces fue cuando le asaltaron salvajemente, hasta que le dejaron tendido en el aparcamiento del Instituto, inconsciente.

Nos honra saber que en estos tiempos de tanta traición y cobardía aún existe una juventud sana y valiente que será semillero abundante de ideales eternos de la patria. Pero estas acciones no deben quedar en el silencio, sino que deben ser aireadas a fin de que los que puedan flaquear sepan encontrar en estos jóvenes fuerzas para no sucumbir en la cobardía.

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Con Marcos estamos en deuda todos, ya que su acción ha sido como una nueva savia que, corriendo por nuestras venas, nos hace levantar la cabeza con el orgullo de ser todavía español, pero más en deuda está el Ejército, ya que un chiquillo, hoy por su acción un hombre, defendió con hidalguía lo que los capitanes generales consideraron intangible: la Monarquía, la unidad de la patria y la bandera.

El Ejército y España tienen una deuda.

y veintiocho firmantes más

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