Amenazas de desahucio en un barrio bilbaíno

Trescientos cincuenta vecinos que habitan ocho bloques de viviendas del barrio bilbaíno de Ocharcoaga podrían ser desahuciadas en el plazo de una semana si no hacen efectivo el pago de los alquileres de los tres últimos meses. Los afectados se han negado a pagar las cuotas mensuales en tanto el Ayuntamiento de Bilbao no resuelva las deficiencias técnicas de sus viviendas existentes desde el día de su ocupación. A Viviendas Municipales -organismo dependiente del Ayuntamiento de Bilbao- se ha solicitado hace más de un año una reparación a fondo de los inmuebles en los que hay grietas,...

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Trescientos cincuenta vecinos que habitan ocho bloques de viviendas del barrio bilbaíno de Ocharcoaga podrían ser desahuciadas en el plazo de una semana si no hacen efectivo el pago de los alquileres de los tres últimos meses. Los afectados se han negado a pagar las cuotas mensuales en tanto el Ayuntamiento de Bilbao no resuelva las deficiencias técnicas de sus viviendas existentes desde el día de su ocupación. A Viviendas Municipales -organismo dependiente del Ayuntamiento de Bilbao- se ha solicitado hace más de un año una reparación a fondo de los inmuebles en los que hay grietas, humedades, tejados en mal estado y ascensores con averías peligrosas. Este organismo, en vez de enfrentarse al problema, ha aceptado el reto y ahora amenaza con poner en la calle a los habitantes de los ocho bloques.

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Ayer los vecinos afectados se reunieron en asamblea decidiendo mantenerse en su postura de fuerza pese a la amenaza de desahucio. Doscientas cincuenta personas, asistentes a la reunión eligieron representantes, acordando abrir una libreta bancaria a nombre de los representantes y respectivos bloques para depositar las aproximadamente 1.200 pesetas de renta mensual.

Los vecinos afectados -cerca de 480- exigen, para poner fin a su actitud: arreglo inmediato de ascensores existentes -a los que denominan «ascensores de la muerte»-, instalación de nuevos ascensores y reconsideración del ascenso de las rentas en concepto de portería, que los vecinos, consideran desorbitada.

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