Nicolás Franco, el hermano más inteligente

Nicolás Franco Bahamonde, hermano mayor del anterior Jefe del Estado, falleció a las cuatro de la tarde de ayer en la Policlínica Naval de Madrid, víctima de complicaciones renales -insuficiencia y uremia aguda- surgidas tras la operación a que fue sometido el pasado día 2 de marzo.

Nicolás Franco jugó tímidamente, durante los primeros meses de la guerra civil, el difícil papel de Luciano Bonaparte, es decir, el hermano más inteligente del nuevo hombre todopoderoso. Su aspiración se vería pronto frustrada por la llegada a Salamanca de Ramón Serrano Súñer, hermano político del gen...

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Nicolás Franco Bahamonde, hermano mayor del anterior Jefe del Estado, falleció a las cuatro de la tarde de ayer en la Policlínica Naval de Madrid, víctima de complicaciones renales -insuficiencia y uremia aguda- surgidas tras la operación a que fue sometido el pasado día 2 de marzo.

Nicolás Franco jugó tímidamente, durante los primeros meses de la guerra civil, el difícil papel de Luciano Bonaparte, es decir, el hermano más inteligente del nuevo hombre todopoderoso. Su aspiración se vería pronto frustrada por la llegada a Salamanca de Ramón Serrano Súñer, hermano político del generalísimo Franco, gran jurista y constructor de la estructura del nuevo Estado.El historiador Hugh Thomas relata así en su libro «La Guerra Civil Española» la intervención de Nicolás en el nombramiento de su hermano Francisco como Jefe de Estado: «El 29 de septiembre, Kindelán, Orgaz, Yagüe y Franco llegaron a Salamanca en avión. Franco fue recibido como «Generalísimo» por una escolta de falangistas y carlistas enviados a este fin por Nicolás Franco. En la reunión con la Junta, Kindelán leyó un decreto confirmando ese título y añadiendo el de "Jefe de Gobierno" En ese momento, los generales reunidos acogieron fríamente la propuesta. ¿Por qué añadir responsabilidades políticas a las responsabilidades militares del Generalísimo? Cabanellas dijo que deseaba más tiempo para considerar el decreto. La reunión fue suspendida para el almuerzo, durante el cual, a través de veladas amena zas y alabanzas, Kindelán consiguió que se aceptara la desig nación que deseaba para Franco. A Cabanellas se le autorizó a que demorara dos días su consideración" para no herir su orgullo.»

El texto original del decreto aceptado por los.generales ese día 29 hablaba de Franco como Jefe de Gobierno. Pero un mensajero especial de Nicolás Franco llegó a lai imprenta en motocicleta para álterar el texto en el último momento en el sentido de nombrarle «Jefe de Estado», y así fue como se promulgó el decreto.» Sin embargo, aún se conservan boletines oficiales del Estado en los que Francisco Franco aparece sólo como «Jefe de Gobierno".

Sombra de desconfianza

Nicolás Frmco Bahamonde había nacido el 1 de julio de 1891, en El Ferrol, en el seno de una familia de gran tradición militar y, concretamente, marinera. Su padre fue intendente general de la Armada. El mismo, marino e ingeniero naval, logró con cierta facilidad lo que no había conseguido su hermano Francisco: el ingreso en la Marina de Guerra. Esta y otras circunstancias crearon entre el hermano mayor del Jefe del Estado y este último una sombra de desconfianza que, a decir de los expertos, no llegó a deshacerse nunca.

Durante la II República, Nicolás Franco ostentó los cargos de director de la Escuela Superior de Ingenieros Navales (de 1932 a 1934) -cargo que volvería a desempeñar en 1936 y 1957- y director general de Marina Mercante (1935).

Iniciada la guerra civil fue nombrado en 1937 secretario general del Estado, compartiendo muy estrechamente la vida con su hermano Francisco.

Todavía durante la guerra, en 1938, Franco nombró a su hermano embajador en Lisboa. Previamente había ocupado durante algunos meses la embajada en Roma. La misión de Nicolás Franco en Lisboa tuvo por objetivo, primero, asegurar la larga frontera de 800 kilómetros en un momento en que la España nacional estaba sometida a diversas debilidades y problemas limítrofes. Más tarde, al hermano mayor de Franco se le encomendaría la difícil misión de neutralizar la oposición democrática organizada en torno a don Juan de Borbón, conde de Barcelona, cuando el hijo de Alfonso XIII se instalara. en el exilio portugués al término de la segunda guerra mundial.

Nicolás Franco informaría por entonces puntualmente al Generalísimo de los movimientos en torno al jefe de la Casa Real Española. Entre los años 45 y 50, Lisboa sería el centro de una serie de operaciones diversas en las que ,participarían directamente políticos de la derecha y la izquierda como José María Gil Robles, Indalecio Prieto, Pedro Sainz Rodríguez o Francisco Cambó para ofrecer la alternativa de una monarquía democrática tras la derrota de los fascismos. Los embajadores de Estados Unidos y de Inglaterra no serían ajenos a aquel conjunto de acciones diplomáticas en las que participana -como se ha podido saber después- una parte relevante del generalato español, vinculado con Franco a la guerra civil, como los generales Aránda, García Valiño, Orgaz y Bautista Sánchez, principalmente. A lo largo de aquella etapa decisiva, la acción del embajador de Franco en Lisboa rendiría excepcionales servicios de información y control. Al comienzo de los años 50 la estrategia global aconsejaría a Estados Unidos el apoyo abierto a la dictadura de Franco y la tensión entre Lisboa y Madrid disminuyó visiblemente.

Actividad financiera

En aquella época, Nicolás Franco efectuó numerosas declaraciones públicas sobre la política exterior española. Son aún recordadas sus manifestaciones sobre Gibraltar a la prensa británica señalando que «ya no es importante, en vista de las armas de largo alcance y de la estrategia moderna». Respecto a la NATO decía: «No creo en estos intentos de unir naciones en un rompecabezas, pedirles que rindan su soberanía, pierdan sus tradiciones y hagan un fondo común con sus lealtades. No creo que este sistema tenga éxito ni ahora ni en el futuro.»

Finalizada su estancia en Lisboa -y ascendido ya a general del Cuerpo de Ingenieros Navales- regresó a España y desarrolló una intensa actividad financiera. Fue fundador de las sociedades Fabricación de Automóviles, SA (FASA-Renault) y Fabricación de Automóviles Diesel, SA (Fadisa), así como presidente honorario de Alcan Aluminio Ibérico y consejero de la Compañía Trasmediterránea de Navegación, así como director de Unión Naval de Levante. Fue igualmente consejero de Manufacturas Metálicas Madrileñas. Su primo, Franco Salgado Araújo, en su libro de memorias afirma que Franco aconsejó a su hermano que no acudiera a la última junta general de aquella compañía en situación de quiebra: «Fui yo quien le aconsejó que no fuera -le dijo Franco a su primo-, pues todo accionista al ver que sus acciones bajan, hace responsable de ello al consejo de administración y desahoga su malhumor en la junta general, como si ésta pudiera poner en orden una sociedad en quiebra y elevar sus acciones en poco tiempo.»

Designado procurador por su hermano, Nicolás Franco perteneció a las legislaturas VI, VII, VIII, IX y X, es decir, que en la actualidad era procurador en Cortes.

En octubre de 1972, cuando se encontraba en Lisboa, ciudad que visitaba frecuentemente, sufrió un ataque con complicaciones circulatorias de suma gravedad. Trasladado a Madrid, se recuperó a los dos meses, aunque su estado general de salud quedó ya muy quebrántado.

En febrero de este año sufrió una caída en su domicilio, a consecuencia de la cual se fracturó una cadera. Operado en marzo para colocarle una prótesis, superó la intervención inicialmente, aunque no llegó a abandonar la clínica.

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