"Nietzsche fue el más profundo crítico del cristianismo"
El teólogo Jean Lacroix intervino ayer en el ciclo Fe e ideología, organizado por la comunidad de la parroquia Universitaria, con una conferencia sobre Nietzsche y la crítica del cristianismo. También habló, en el mismo ciclo, el pasado martes, el teólogo J. Moltmann.El profesor Lacroix calificó al filósofo alemán como el más violento y más profundo crítico del cristianismo. «Su método es similar al de Marx: analiza los condicionamientos subjetivos y personales del cristianismo, lo mismo que Marx estudiará sus condicionamientos colectivos y sociales. Se propondrá derrumbar...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El teólogo Jean Lacroix intervino ayer en el ciclo Fe e ideología, organizado por la comunidad de la parroquia Universitaria, con una conferencia sobre Nietzsche y la crítica del cristianismo. También habló, en el mismo ciclo, el pasado martes, el teólogo J. Moltmann.El profesor Lacroix calificó al filósofo alemán como el más violento y más profundo crítico del cristianismo. «Su método es similar al de Marx: analiza los condicionamientos subjetivos y personales del cristianismo, lo mismo que Marx estudiará sus condicionamientos colectivos y sociales. Se propondrá derrumbar el cristianismo por su base y no destruirlo por discusión teológica.»
Desarrolló en su conferencia la influencia del moralismo. «El moralismo se apoya en el sentimiento de culpabilidad; así es como se unieron las ideas de castigo y falta, el sentirse culpable y sacar vanidad de ello caracterizan la hipocresía moralizante. En las últimas notas que escribió Nietzsche decía que su filosofía afirmativa había sido destruir las negatividades y su fuente común: el sentimiento de culpabilidad.»
El profesor Moltmann pronunció una conferencia sobre Fe y derechos humanos. «Una sociedad que no reconozca los derechos humanos fundamentales como los derechos básicos de sus ciudadanos es una sociedad inhumana y, por ello mismo, intolerable.»
Al referirse a la humanización del hombre desde la fe, concretó las aportaciones del cristianismo: la fuerza creadora de la fe, el poder salvador de la comunidad y la acción liberadora de la esperanza.