Cartas provinciales

Tanto en EL PAIS como en Informaciones (de Madrid), han aparecido diversas noticias sobre el proyectado plan de urbanización para la Sierra de Gredos. También he tenido ocasión de leer la carta que circula por Madrid, dirigida al Rey, sobre este tema.Pero hay un aspecto de este asunto que me deja profundamente incómodo. Soy jesuita andaluz. Resulta que la Compañía de Jesús en Andalucía tiene una participación importante en la sociedad «Progresa». Muchos jesuitas andaluces nos sentimos molestos por este hecho:

1. Nos molesta enterarnos por la prensa de un negocio de este calibre. ...

Tanto en EL PAIS como en Informaciones (de Madrid), han aparecido diversas noticias sobre el proyectado plan de urbanización para la Sierra de Gredos. También he tenido ocasión de leer la carta que circula por Madrid, dirigida al Rey, sobre este tema.Pero hay un aspecto de este asunto que me deja profundamente incómodo. Soy jesuita andaluz. Resulta que la Compañía de Jesús en Andalucía tiene una participación importante en la sociedad «Progresa». Muchos jesuitas andaluces nos sentimos molestos por este hecho:

1. Nos molesta enterarnos por la prensa de un negocio de este calibre. Nos consideramos con derecho a ser informados previamente y haber podido expresar nuestra opinión sobre el tema.

2. Nos duele, sobre todo, que en momentos de paro agobiante en Andalucía, la Compañía de Jesús andaluza lleve el dinero de los andaluces a zonas más favorecidas. Es como otro grano de arena que contribuye al empobrecimiento y a la marginación de nuestra tierra.

3. Como cristianos y jesuitas, nos deja desconcertados este tipo de negocios por parte de una institución religiosa a la que pertenecemos. Por supuesto, que todos nosotros estamos «pringaos». No podemos tirar piedras a nuestro tejado, si no es por el deseo y la urgencia de ser fieles al Evangelio de Jesús y a su escala de valores.

4. Resulta chocante la contradicción entre este tipo de participación capitalista y los derechos de la última Congregación General, donde se afirma claramente que no es posible evangelizar si no existe un compromiso concreto con la justicia. Pensamos que este tipo de inversiones es más bien un compromiso con la injusticia.