Presos políticos vascos rechazan ser desterrados

«No aceptamos bajo ningún concepto ser expulsados a un país extranjero ni desterrados dentro del territorio del Estado Español. » Una declaración en estos términos ha sido suscrita por siete presos políticos del penal de Cáceres: José Antonio Garmendia Jokin Gorostidi, Xabier Larena, Manuel Cañaveras, Iñaki Viar, Patxi Jaka y José Luis García.«Una medida semejante -añaden- sólo conseguiría aumentar el número de exiliados, cuyo regreso es también una exigencia inaplazable. Nuestro deseo es poder reincorporarnos a nuestro pueblo tras la larga permanencia en prisión, que alcanza hasta ocho años p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«No aceptamos bajo ningún concepto ser expulsados a un país extranjero ni desterrados dentro del territorio del Estado Español. » Una declaración en estos términos ha sido suscrita por siete presos políticos del penal de Cáceres: José Antonio Garmendia Jokin Gorostidi, Xabier Larena, Manuel Cañaveras, Iñaki Viar, Patxi Jaka y José Luis García.«Una medida semejante -añaden- sólo conseguiría aumentar el número de exiliados, cuyo regreso es también una exigencia inaplazable. Nuestro deseo es poder reincorporarnos a nuestro pueblo tras la larga permanencia en prisión, que alcanza hasta ocho años para la mayoría de nosotros.»

Con este comunicado -otros en términos similares han salido también de varias prisiones- los presos políticos vascos tratan de salir al paso de la posible medida de extrañamiento que el Gobierno español podría aplicar a aquellos que tienen condenas por delitos de sangre. Esta fórmula para poder vaciar las cárceles antes de las elecciones, recogida ampliamente por la prensa, ha sido contestada por numerosos presos, si bien algunos de éstos se mostraron recientemente dispuestos a entrar en el canje exigido por los GRAPO a cambio de la libertad del señor Oriol. En el orden jurídico el extrañamiento plantea, además, algunas dificultades técnicas, ya que sólo puede ser decretado por un juez.

Por otro lado, y ante la posibilidad de que la amnistía pueda ser capitalizada por algunos grupos políticos, los siete presos de Cáceres proclaman: «Ni el representante del PNV en la comisión negociadora de la Oposición, ni ningún otro componente de la misma, tienen delegada, representatividad alguna por nuestra parte. En consecuencia, no nos consideramos obligados por ningún tipo de acuerdo o compromiso a que pudieran llegar el Gobierno y la citada comisión.»

Tras subrayar que «la amnistía total no es negociable», declaran que por tal se entiende la libertad de todos los encarcelados y la vuelta de todos los exiliados. Una amnistía en estos términos sólo será resultado -dicen- de la lucha de los trabajadores y pueblos del Estado español.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En