La "ikurrina" deja sin "quorum" a una decena de ayuntamientos vascos

Durante las dos últimas semanas hemos asistido en el País Vasco a una carrera de dimisiones a nivel municipal que ha dejado ya a una decena de ayuntamientos sin posibilidad de actuación, en unos casos porque la renuncia afecta a toda la Corporación, y en otros por falta de quorum para adoptar los acuerdos más importantes.

Sin embargo, durante el pasado fin de semana, la ikurriña, base de gran parte de, las dimisiones mencionadas, ha sido izada en once ayuntamientos vizcaínos y en dos alaveses por lo que son 35 los ayuntamientos de Vizcaya que han. aprobado el uso de la bandera va...

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Durante las dos últimas semanas hemos asistido en el País Vasco a una carrera de dimisiones a nivel municipal que ha dejado ya a una decena de ayuntamientos sin posibilidad de actuación, en unos casos porque la renuncia afecta a toda la Corporación, y en otros por falta de quorum para adoptar los acuerdos más importantes.

Sin embargo, durante el pasado fin de semana, la ikurriña, base de gran parte de, las dimisiones mencionadas, ha sido izada en once ayuntamientos vizcaínos y en dos alaveses por lo que son 35 los ayuntamientos de Vizcaya que han. aprobado el uso de la bandera vasca en sus respectivas sedes, mientras que en Alava un total de seis corporaciones han hecho uso de la permisibilidad gubernativa en cuanto al uso de la misma.El tema de la ikurriña aparece como telón de fondo en la mayoría de estas dimisiones, principalmente por lo que respecta a la provincia de Vizcaya. Así, a la ya anunciada renuncia de la Corporación municipal de Galdácano -debida a que un grupo de manifestantes izó la ikurriña en la casa consistorial, suplantando así lo que debía ser un acuerdo corporativo-, se ha sumado esta semana las del alcalde de Baquio, alcalde y teniente de alcalde de San Salvador del Valle y un concejal de Ortueta.

La dimisión de este concejal, miembro de la Organización Juvenil Española, que ha prometido no volver a pisar el Ayuntamiento porque en su balcón ondea la bandera vasca, ha colocado en difícil situación a la Corporación municipal, ya que otros cuatro capitulares habían sido separados del cargo con anterioridad, tres de ellos por inasistencia a los plenos y uno por cambio de domicilio.

A estas dimisiones se ha sumado la del Ayuntamiento de Miravalles, esta vez por una cuestión puramente administrativa: la falta de cumplimiento de promesas oficiales de ayuda para hacer frente al deterioro urbanístico que tiene su origen en las obras de la autopista vasco-aragonesa.

No se cierra aquí el capítulo de las dimisiones en Vizcaya. Cuatro concejales de Portugalete, en cuyo balcón municipal ondea también la ikurriña, han manifestado su propósito de renunciar al cargo, y en la localidad de Guecho el pueblo reclama la dimisión de su alcalde, que la anunció públicamente para el caso de que la mayoría de los vecinos optasen por el reconocimiento oficial de la ikurriña.

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En Guipúzcoa la polémica popular es prácticamente inexistente, ya que la aceptación de la ikurriña como bandera vasca constituye un hecho mayoritario y como tal ondea ya prácticamente en la totalidad de los ayuntamientos. Pero si el pueblo no cuestiona el tema, sí lo hacen algunos de sus representantes. Como prueba, así están las dimisiones de los alcaldes de Irún y Zarauz y de un concejal donostiarra, a las que se sumó el viernes -ver EL PAIS de ayer- la del alcalde de San Sebastián, que se siente rebasado por las críticas a su gestión.

En el caso del alcalde de Irún llueve sobre mojado, ya que seis concejales se encuentran dimitidos precisamente porque durante la gestión del señor Bergareche no encontraron hueco para una gestión que ellos entendían debía ser más democrática.

En el caso de GuIpúzcoa, las dimisiones se han añadido a las presentadas el pasado año a consecuencia de las actuaciones de fuerzas de orden público. Por estas razones habían dimitido ya las corporaciones de Rentería, Fuenterrabía, Tolosa y Pasajes, además del alcalde de Azpeitia.

Por último, también en el Ayuntamiento de Pamplona se ha registrado la dimisión de un teniente de alcalde y dos concejales por disconformidad con el ambiguo acuerdo municipal por el que se izaba la ikurriña en el Ayuntamiento por un día. Las tensiones en la Corporación pamplonesa han ido en aumento desde el cese provisional del señor Erice como alcalde, ya que su sustituto en el cargo, Tomás Caballero, ha cambiado notable mente la línea corporativa.

En la provincia de Navarra hay, asimismo, otro municipio sin Corporación, Estella, ya que los titulares dimitieron a raíz de los sucesos de Montejurra.

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