La sombra de la guerra civil planea sobre España

«La sombra de la guerra civil planea sobre España», titulaba ayer, a seis columnas, en su primera página, el diario sensacionalista, de derechas, France-Soir. El vespertino, independiente, Le Monde, también de manera muy destacada en su primera página aludía a «la metralleta contra el boletín de voto»; y todos los medios de comunicación social resaltaron igualmente, como la noticia del día, la imagen de una España «petrificada, angustiada, que condena en su conjunto esta tentativa de orquestación del apocalipsis », según el amplio comentario del ya citado Le Monde.Los obse...

«La sombra de la guerra civil planea sobre España», titulaba ayer, a seis columnas, en su primera página, el diario sensacionalista, de derechas, France-Soir. El vespertino, independiente, Le Monde, también de manera muy destacada en su primera página aludía a «la metralleta contra el boletín de voto»; y todos los medios de comunicación social resaltaron igualmente, como la noticia del día, la imagen de una España «petrificada, angustiada, que condena en su conjunto esta tentativa de orquestación del apocalipsis », según el amplio comentario del ya citado Le Monde.Los observadores fueron unánimes para destacar el comunicado común del Gobierno y de la Oposición, como un «hecho excepcional». Al respecto, France-Soir estimaba que, «el miedo a otra guerra civil está cimentando la unión de España deseada por el Rey Juan Carlos».

La situación se consideraba aquí delicada, pero no fatal, «gracias a la madurez que ha demostrado ya el pueblo español» y, por otra parte, se anotó de manera general, «si el Gobierno y el Ejército no pierden su sangre fría». De realizarse tales condiciones, «el extremismo, herencia de la dictadura, podrá ser eliminado».

En la colonia española emigrante, las terribles noticias que llegaron el domingo y el lunes último causaron impresión sobrecogedora: «Que metan a todos esos asesinos en la cárcel y que nos dejen vivir tranquilos», expresado de manera más o menos similar, era el comentario que se oía ayer en la capital francesa, y al conocer el comunicado común del Gobierno con la Oposición, uno de estos obreros de la emigración comentó: «Ahora el Gobierno tiene todas las bazas en la mano para dar pruebas eficaces de una autoridad que le confiere el país.»