Setecientos estancos cerraron ayer por la mañana

Unos setecientos estancos, de los 850 existentes en Madrid, cerraron ayer por la mañana como protesta por la muerte del estanquero asesinado el pasado martes en el barrio de la Estrella. El cierre que se decidió anteayer por la tarde, en el transcurso de una reunión de la junta rectora de la agrupación sindical, fue comunicado por teléfono a numerosos estanqueros que se solidarizaron inmediatamente «con el compañero asesinado», tal como pudieron ver los madrileños en los carteles expuestos en la puerta de los estancos del casco urbano madrileño.

«Es un terreno en el que los robos y atra...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Unos setecientos estancos, de los 850 existentes en Madrid, cerraron ayer por la mañana como protesta por la muerte del estanquero asesinado el pasado martes en el barrio de la Estrella. El cierre que se decidió anteayer por la tarde, en el transcurso de una reunión de la junta rectora de la agrupación sindical, fue comunicado por teléfono a numerosos estanqueros que se solidarizaron inmediatamente «con el compañero asesinado», tal como pudieron ver los madrileños en los carteles expuestos en la puerta de los estancos del casco urbano madrileño.

«Es un terreno en el que los robos y atracos están a la orden del día. No pedimos que se nos ponga un policía en la puerta, pero sí que se instalé algún tipo de medidas de seguridad y vigilancia que impidan estas situaciones», manifestaron a EL PAIS, algunos de los miembros de la citada junta directiva.Según las mismas fuentes, la noticia del cierre fue comunicada a los delegados del sindicato provincial y a los asuntos económicos. Sin embargo, la medida no fue aprobada por Tabacalera, SA, ya que durante toda la mañana muchos de los estanqueros recibieron, al parecer, llamadas para reintegrarse al trabajo. «Nos vamos a reunir de nuevo para redactar una circular protestando por la actitud de Tabacalera, de clara amenaza ante la protesta de los estanqueros por la muerte de un compañero», informó asimismo la citada junta.

Al parecer, sólo abrieron en el interior del casco urbano de noventa a 95 estancos, aparte de los del extrarradio: «unos no se enteraron por falta de tiempo, otros por su falta de compañerismo y el resto por temor a las presiones de Tabacalera, pero, en general, podemos decir que ha quedado claramente expresada la postura del sector».

Entierro de la víctima

La casi totalidad, sin embargo, de los estancos que permanecían abiertos cerraron sobre la una de la tarde, ya que sus dueños y empleados querían asistir al entierro de Nicolás Navarro, de 38 años, muerto a consecuencia de un disparo y una cuchillada de los que fueron autores cuatro jóvenes, hasta el momento sin identificar.A las dos de la tarde, el cuerpo del estanquero asesinado fue trasladado desde el Instituto Anatómico Forense al cementerio de Carabanchel. Desde horas antes, numerosas personas, en su mayoría estanqueros, se encontraban esperando la salida del cuerpo en compañía de la viuda y dos hijos de la víctima. La comitiva que fue precedida por un coche de la Policía Municipal y un furgón de la empresa Michelín. donde trabajaba el estanquero por la mañana, fue acompañada por varios centenares de personas, entre ellas, altos cargos del sindicato de productos hortícolas, de la agrupación de expendedores de tabacos y de la administración de Tabacalera, S.A.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En