Mondale expresará su disconformidad con Carter cuando lo crea conveniente

Hasta el momento, al menos, la única innovación real que está llevando a cabo el presidente electo, Jimmy Carter, consiste en potenciar el papel del vicepresidente, tradicionalmente relegado a un puesto gris y cuya sola misión relevante era la de sustituir al presidente en caso de muerte o incapacidad.

Desde que, en julio del pasado año, Carter eligiera a Walter Mondale como su compañero electoral, anunció repetidas veces su intención de conceder al vicepresidente un mayor papel a nivel decisorio. El presidente electo cumplió su promesa al permitir que Mondale interviniera en el pro...

Hasta el momento, al menos, la única innovación real que está llevando a cabo el presidente electo, Jimmy Carter, consiste en potenciar el papel del vicepresidente, tradicionalmente relegado a un puesto gris y cuya sola misión relevante era la de sustituir al presidente en caso de muerte o incapacidad.

Desde que, en julio del pasado año, Carter eligiera a Walter Mondale como su compañero electoral, anunció repetidas veces su intención de conceder al vicepresidente un mayor papel a nivel decisorio. El presidente electo cumplió su promesa al permitir que Mondale interviniera en el programa de transición y discutiera los nombramientos de los ministros del nuevo Gabinete.«He estado presente en todas las decisiones cruciales del proceso de creación del nuevo Gobierno», dijo Mondale quien calificó su papel en la selección de los ministros de histórico y de ruptura de numerosos precedentes.

El escaso papel de los vicepresidentes en la política norteamericana fue definido por uno de ellos, John Adams, que calificó su trabajo como el más insignificante oficio concebido por la mente humana, y, satirizado en una obra teatral de Broadway en la que un vicepresidente imaginario, Alexander Throttle-Bottom debe ponerse en la cola de los visitantes para poder entrar en la Casa Blanca.

Mondale que fue nombrado jefe del staff personal del nuevo presidente, y del que se asegura que desempeñará la función de más alto consejero de Carter, parece decidido a que el funcionamiento tradicional de la maquinaria administrativa no le relegue a un puesto meramente honorario. Anunció, ayer, que expresará públicamente su desacuerdo cuando sus opiniones no coincidan con las del presidente.

Escepticismo

En los medios políticos más conservadores se detecta cierto escepticismo y no poca desconfianza hacia esta potenciación del papel del vicepresidente que, se asegura, no hará sino complicar las cosas.En una entrevista concedida a la cadena de televisión ABC el presidente electo manifestó que Mondale sería un igual y un compañero y explicó su visión del asunto: «Ambos reconocemos que la Constitución deposita sobre mis hombros la responsabilidad última de la Administración y del Gobierno, pero en cualquier momento, si un accidente me ocurriera a mí, él se convertiría de forma instantánea en presidente, y tanto él como yo queremos que esté completamente cualificado para tomar las riendas del Gobierno en esa eventualidad.»

Mondale, liberal

Mondale, con doce años de experiencia en el Senado, y con una orientación política liberal, defiende en uno de sus libros, La contabilidad del poder, la visita periódica de los miembros del Gobierno al Congreso para defender sus iniciativas. Muy probablemente será ésta una de las funciones a desarrollar por el nuevo vicepresidente, que serviría así de nexo de unión entre el ejecutivo y el legislativo dominados, ambos, por el Partido Demócrata.Además, Mondale tomará parte activa en las decisiones del Gabinete, ocupará la vicepresidencia del Consejo Nacional de Seguridad y del Domestic Council y, como ya es tradicional, se encargará de representar al país en el extranjero, máxime cuando Jimmy Carter anunció su decisión de no viajar apenas en el primer año de su mandato.