Tensa calma en Sudáfrica

La policía disparó ayer contra un grupo de negros que lanzaban piedras contra las fuerzas del orden cerca de esta capital. Dos negros, por lo menos, resultaron muertos, informa la agencia de prensa local. Sin embargo, la policía no ha confirmado hasta el momento la cifra de víctimas en este incidente.Refuerzos policiales han sido enviados al lugar de los hechos en previsión de que puedan reproducirse los graves enfrentamientos ocurridos en las últimas jornadas.

Un portavoz de la policía declaró ayer en Ciudad del Cabo, que el ambiente en esta capital «es tenso pero tranquilo» -después d...

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La policía disparó ayer contra un grupo de negros que lanzaban piedras contra las fuerzas del orden cerca de esta capital. Dos negros, por lo menos, resultaron muertos, informa la agencia de prensa local. Sin embargo, la policía no ha confirmado hasta el momento la cifra de víctimas en este incidente.Refuerzos policiales han sido enviados al lugar de los hechos en previsión de que puedan reproducirse los graves enfrentamientos ocurridos en las últimas jornadas.

Un portavoz de la policía declaró ayer en Ciudad del Cabo, que el ambiente en esta capital «es tenso pero tranquilo» -después de los sangrientos incidentes de Navidad que costaron la vida de al menos veinticuatro personas y ocasionaron heridas en más de cien. Se espera que el número de víctimas aumente cuando los funcionarios del Gobierno encargados de la investigación de los hechos terminen su labor.

Estos choques, han sido los más graves registrados en el país desde el pasado mes de agosto, cuando obreros zulús se levantaron en armas en Soweto.

En ambos casos, participaron en los incidentes trabajadores emigrantes que residen en los «ghetos» negros de las grandes ciudades sudafricanas. Estos trabajadores viven desarraigados, en primer lugar por estar separados de sus familias y en segundo porque su estancia es transitoria, puesto que en cuanto reúnen una cantidad de dinero o concluye su contrato de trabajo regresan a sus localidades de origen. Su única seguridad reside en ese contrato de trabajo y por ello no se muestran dispuestos a perderlo por participar en conflictos laborales o en la lucha contra la segregación.

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