Israel rechaza la resolución de la ONU sobre el Estado palestino

La decisión adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de un Estado palestino en los territorios ocupados por Israel, puede quedar bloqueada con el veto de Estados Unidos, ya que la resolución debe ser puesta en marcha por el Consejo de Seguridad en el caso de que Israel la rechace, como ha ocurrido. En esta circunstancia, la Asamblea General debería reconsiderar la cuestión israelita, ya que la negativa del Gobierno de Tel-Aviv a cumplir la resolución puede ser considerada como una violación de la Carta de la ONU y, por consiguiente, plantearse la solicit...

La decisión adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de un Estado palestino en los territorios ocupados por Israel, puede quedar bloqueada con el veto de Estados Unidos, ya que la resolución debe ser puesta en marcha por el Consejo de Seguridad en el caso de que Israel la rechace, como ha ocurrido. En esta circunstancia, la Asamblea General debería reconsiderar la cuestión israelita, ya que la negativa del Gobierno de Tel-Aviv a cumplir la resolución puede ser considerada como una violación de la Carta de la ONU y, por consiguiente, plantearse la solicitud de expulsión de Israel.

El Gobierno de Israel ha rechazado la resolución de las Naciones Unidas para la creación de un Estado palestino. El Gobierno de Jerusalén afirma que esta resolución no contribuye a los esfuerzos de conseguir la paz en la zona.Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí dice: «Israel rechaza y considera fuera de derecho la resolución de la asamblea general de las Naciones Unidas. Esta hostil resolución fue adoptada con la mayoría permanente de que disponen los árabes en la asamblea, por el número de países que les apoyan incondicionalmente.»

La resolución aprobada por la asamblea general de la ONU, constituye un paso adelante en la lucha de los refugiados palestinos para que se les reconozca el derecho a crear un Estado independiente sobre territorios hoy ocupados por Israel.

La resolución coloca en primer lugar, como fase inicial, el derecho de retorno de los palestinos a sus hogares y territorios de los que fueron desplazados en 1967. Ese retorno debe ser «inmediato» y no ser «relacionado con cualesquiera otras condiciones».

Recomienda también que el comité internacional de la Cruz Roja, que desempeñó un papel en el regreso de algunas de las personas desplazadas en el verano de 1967, o el organismo para asistencia a refugiados de la ONU, sean requeridos para que participen en el retorno de los palestinos.

En relación con esto, recomienda que el Consejo de Seguridad demande que Israel desista de establecer nuevos asentamientos en los territorios ocupados y refiere a sus ciudadanos de los ya establecidos desde 1967 en violación de los acuerdos internacionales y de las resoluciones de la ONU.

Relaciona también la recomendación al Consejo para que demande la retirada urgente de Israel de los territorios ocupados desde 1967, y deja al Consejo la tarea de dar garantías internaciones para la paz y seguridad de todos los Estados en la región a fin de apresurar la retirada israelí.

Después de esta retirada, según el informe, el pueblo palestino estará en condiciones de decidir su propio futuro, de acuerdo con su derecho de autodeterminación.

Asimismo recomienda el informe que el Consejo de Seguridad considere qué pasos y medidas pueden adoptarse de acuerdo con la carta de la ONU. «Si Israel rehusara cooperar en la aplicación del programa propuesto» y que si el Consejo no pudiera actuar debido a un veto, «el comité deberá, en su informe subsiguiente, recomendar a la Asamblea General que cumpla con sus responsabilidades de acuerdo con la carta de la ONU, y en vista de los precedentes» y que si Israel rehusara cumplir las resoluciones de la asamblea «esto constituiría una violación de las condiciones de su admisión a la ONU, que tendría entonces que reconsiderar la cuestión» o sea, expulsar a Israel.