Vizcaya

La huelga de la construcción, en punto muerto

El conflicto de la construcción en Vizcaya entra en su quinta semana sin que se presienta por el momento ninguna solución. Las negociaciones, que siguen paralizadas, y los trabajadores Pedro Solabarría y Aurelio García que continúan en la prisión de Basauri, son los dos grandes obstáculos para el arreglo de una hueIga que amenaza con entrar en breve en una vía muerta.Ayer se reunieron por separado trabajadores y empresarios. Los primeros -en su reunión de delegados- estudiaron la política a seguir de la situación planteada por la huelga. Parece ser que se pretende buscar apoyo y solidaridad en...

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El conflicto de la construcción en Vizcaya entra en su quinta semana sin que se presienta por el momento ninguna solución. Las negociaciones, que siguen paralizadas, y los trabajadores Pedro Solabarría y Aurelio García que continúan en la prisión de Basauri, son los dos grandes obstáculos para el arreglo de una hueIga que amenaza con entrar en breve en una vía muerta.Ayer se reunieron por separado trabajadores y empresarios. Los primeros -en su reunión de delegados- estudiaron la política a seguir de la situación planteada por la huelga. Parece ser que se pretende buscar apoyo y solidaridad en organizaciones sindicales -presumiblemente COS y STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos)- para así presionar a la patronal a que negocie, ya que los obreros piensan que debe ser aquélla la que está obligada a reanudar el diálogo al no haber aceptado la última contrapropuesta de la parte social.

Por su parte los empresarios llevaron a cabo una especie de autocrítica sobre la postura adoptada en los últimos días de la negociación al negarse fundamentalmente a aceptar la denuncia del convenio propuesto por los trabajadores. «Resulta -afirma un portavoz a la patronal- que nosotros no podemos garantizar que el convenio va a ser denunciado como nos pide la parte social; porque puede suceder que no lo podamos conseguir y vayamos al laudo en diez días. Tendría que votar la asamblea de empresarios favorablemente esta denuncia para que la comisión negociadora se arriesgue a negociarla.»

Lo cierto es que en la última reunión celebrada entre las dos partes en conflicto no se dieron fechas para nuevos contactos. Los constructores esperan, al parecer, que surta efecto su última oferta, por la que ofrecían 2.000 pesetas con cargo al próximo convenio hasta hoy a las nueve de la mañana para que los trabajadores se reintegren a sus obras. No obstante, esta oferta parece que no surtirá efecto, resultando poco menos que milagrosa la reintegración total de los trabajadores. Como dato curioso ha podido saberse que durante el día de ayer el obispo de Bilbao, monseñor Añoveros, acudió a la prisión de Basauri para realizar una entrevista con Pedro Solabarría, trabajador de la construcción y uno de los máximos dirigentes del conflicto.

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