De nuevo, paros, tensiones y detenidos en Vizcaya

Entre los acuerdos adoptados en las asambleas celebradas el pasado miércoles en Vizcaya, figuraba una cláusula por la que se exigía como condición previa para la vuelta al trabajo la liberación de todos los detenidos. Aunque uno de estos continuaba todavía ayer en prisión preventiva, la coordinadora de asambleas de fábrica, decidió conceder una tregua, hasta el próximo lunes, dejando bien entendido que su actitud sería reconsiderada.

Esta decisión, respaldada por las organizaciones sindicales, integradas en la COS -USO, UGT y CCOO- fue aceptada prácticamente en toda la zona industri...

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Entre los acuerdos adoptados en las asambleas celebradas el pasado miércoles en Vizcaya, figuraba una cláusula por la que se exigía como condición previa para la vuelta al trabajo la liberación de todos los detenidos. Aunque uno de estos continuaba todavía ayer en prisión preventiva, la coordinadora de asambleas de fábrica, decidió conceder una tregua, hasta el próximo lunes, dejando bien entendido que su actitud sería reconsiderada.

Esta decisión, respaldada por las organizaciones sindicales, integradas en la COS -USO, UGT y CCOO- fue aceptada prácticamente en toda la zona industrial de la margen izquierda del Nervión y en la comarca de Basauri, donde se encuentran emplazadas la casi totalidad de las grandes industrias. Ayer por la mañana, la única excepción en estas dos zonas la constituyó Euskalduna, por solidaridad con su representante sindical detenido.No ocurrió lo mismo, sin embargo, en la margen derecha del Nervión, principalmente en los talleres de Erandio, donde ya el miércoles se había puesto especial énfasis en exigir la libertad de todos los detenidos, antes de volver a sus puestos de trabajo.

El incidente más grave de la jornada se produciría en torno a las cuatro de la tarde, a la entrada de la empresa Babcock Wilcox, en Sestao. Un grupo de unos 300 trabajadores de contratas de la central nuclear de Lemóniz se había concentrado, una hora antes, en Las Arenas, ante el Puente Colgante. Después de cruzar el Nervión en la barquilla, se manifestaron por las calles de Portugalete, para dirigirse, seguidamente, hacia Sestao.

Una vez en la plaza del Ayuntamiento celebraron una asamblea en la que acordaron continuar la huelga en solidaridad con el compañero detenido. Desde aquí el grupo de manifestantes se dirigió a la factoría de Babcock Wilcox, donde les esperaban algunos representantes de la asamblea de fábrica. Entre los dos grupos se estableció una discusión bastante tensa.

Mientras tenía lugar este difícil diálogo en las puertas de la fábrica, hicieron acto de presencia brigadas, antidisturbios y cargaron contra el grupo de trabajadores. Estos se refugiaron en el interior de la factoría, desde donde comenzaron a arrojar toda suerte de objetos. Al parecer se han practicado tres detenciones.

Tras estos incidentes, los trabajadores de Babcock Wilcox abandonaron sus puestos y se constituyeron en asamblea, actitud que sería secundada también por los obreros de Aceprosa, Tubos Reunidos y Talleres Urbasa. Por la tarde se encontraban también en paro los productores de Ceplástica, Fabrelec, Westinghouse, Astilleros Celaya y Ruiz de Velasco, empresas todas ellas que están localizadas en la margen derecha del Nervión.

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