Oposición de sectores laboristas al plan económico de Callaghan

Cuatro ex ministros laboristas se han unido a un ataque frontal contra la política del primer ministro Callaghan. Los cuatro, Barbara Castle, Erie Heffer, Judith Hart y la señora Lestor, formaron parte de sucesivos gabinetes de Harold Wilson. Ahora ocupan puestos en el comité de política interna del Partido Laborista. Como tales, han elaborado un documento en el que señalan su oposición a las medidas económicas adoptadas por el actual Gobierno para detener la inflación y el desempleo.

En particular, critican los recortes del gasto público aprobados por el Parlamento, y propuestos para r...

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Cuatro ex ministros laboristas se han unido a un ataque frontal contra la política del primer ministro Callaghan. Los cuatro, Barbara Castle, Erie Heffer, Judith Hart y la señora Lestor, formaron parte de sucesivos gabinetes de Harold Wilson. Ahora ocupan puestos en el comité de política interna del Partido Laborista. Como tales, han elaborado un documento en el que señalan su oposición a las medidas económicas adoptadas por el actual Gobierno para detener la inflación y el desempleo.

En particular, critican los recortes del gasto público aprobados por el Parlamento, y propuestos para recuperar la confianza de la banca internacional, que exigió la puesta en práctica de esa medida para garantizar nuevos préstamos al Banco de Inglaterra. El recorte en el gasto público, que viene a ahorrar le al Gobierno cerca de dos mil millones de libras, puede hacer que la vida de la clase proletaria británica se haga aún menos llevadera, dicen los autores del documento que se pondrá a discusión ahora en el seno del comité ejecutivo del partido y que quizá conduzca a una moción de censura contra el Gobierno.

El ataque contra la política que viene llevando a cabo James Callaghan se produce cuando el jefe del Gobierno se halla en Canadá, cumpliendo una visita oficial. En Canadá, Callaghan estudia problemas económicos comunes con el primer ministro Trudeau. Otro de los objetivos de su viaje ha sido el de ver por sí mismo cómo funciona el sistema federalista en aquel país. Gran Bretaña está a punto de discutir una ley de devolución de poderes parlamentarios para Escocia y Gales. Se piensa aquí que esa legislación, una vez aprobada, podría dar paso a la consideración de la posibilidad de implantar en el Reino Unido una cierta forma de federalismo.

Ahora, en el congreso que los liberales han comenzado a celebrar en el país de Gales, el nuevo líder, David Steel, que es escocés, repetirá esa posición: cada región de Gran Bretaña debe tener su propia administración.

La diferencia de significado de los ataques que ambos líderes están recibiendo reside en el propio ámbito en que se desenvuelven los dos partidos. Una moción de censura contra el Gobierno laborista en Blackpool puede hacer cambiar radicalmente la política de Callaghan.

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