Nuevo movimiento sísmico en el Friuli italiano

El terremoto que el 6 de mayo pasado devastó el Friuli, en el rincón por donde Italia toca con Austria y Yugoslavia, provocando 1.000 muertos y más de cuarenta y uno sin techo, todavía no han terminado. Según los sismólogos, fue tan profundo que todavía tendrán que pasar de 8 a 10 meses antes de que los estratos profundos de la tierra se asienten.A las 9 de la mañana de ayer el observatorio de Trieste registró la 211 sacudida desde el 6 de mayo, de una intensidad de 4,5 grados escala Mercalli.

A las 21.54 del pasado domingo la sacudida que repercutió en Udine, Pordenone y Tolmezzo f...

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El terremoto que el 6 de mayo pasado devastó el Friuli, en el rincón por donde Italia toca con Austria y Yugoslavia, provocando 1.000 muertos y más de cuarenta y uno sin techo, todavía no han terminado. Según los sismólogos, fue tan profundo que todavía tendrán que pasar de 8 a 10 meses antes de que los estratos profundos de la tierra se asienten.A las 9 de la mañana de ayer el observatorio de Trieste registró la 211 sacudida desde el 6 de mayo, de una intensidad de 4,5 grados escala Mercalli.

A las 21.54 del pasado domingo la sacudida que repercutió en Udine, Pordenone y Tolmezzo fue del sexto grado. En total del sábado al lunes las sacudidas registradas fueron 39. Esta vez las víctimas no se han contado casi, pero sí se han contado de nuevo los derrumbamientos de casas en contrucción, o en peligro, las inundaciones de las tiendas de campaña, donde todavía viven miles y miles de personas en espera de una casa prefabricada o de la emigración. El mal tiempo contribuye a hacer de nuevo dramática la situación. Es sobre todo la psicosis del desamparo, de la lucha contra lo imposible la que quita el respiro y la esperanza a gentes, que como todas las de montaña, está habituada al sacrificio y a la tenacidad.

Pocos días antes la Administración regional había hecho un balance de la situación, cuyas cifras hablan por sí solas. Hasta ahora 4.100 serían las personas a las que dar una vivienda. 30.000 antes de que el invierno se eche encima en casas prefabricadas o en construcción y 11.000 en las casas arregladas a la buena. Inmediatamente después del seísmo las personas sin casa y obligadas a vivir en las 15.587 tiendas, 7.216 de las cuales recogidas en 191 tendopolis y 8.641 esparcidas, eran en torno a las ochenta mil.

El 95 por 100 de los edificios lesionados por el terremoto, es decir unos cincuenta y ocho mil pisos,han sido reparados, 3.000 de ellos gratuitamente por los soldados de montaña o alpinos en licencia. 9.000 casas han sido arregladas por los interesados.

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