Posible dimisión de la Junta sindical de Michelín

La junta sindical de la factoría de Aranda de Duero de la empresa Michelín, en Burgos, ha anunciado su intención de dimitir en pleno debido, según fuentes laborales, a las presiones que viene recibiendo por parte de la dirección para negociar el convenio colectivo.Los motivos que alega la citada junta para justificar su posible dimisión se centran en «las dificultades con que se encuentra para el desarrollo del ejercicio de sus funciones sindicales». En este sentido, las mencionadas fuentes afirman que el jefe de personal viene manteniendo entrevistas personales con cada uno de sus miembros, «...

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La junta sindical de la factoría de Aranda de Duero de la empresa Michelín, en Burgos, ha anunciado su intención de dimitir en pleno debido, según fuentes laborales, a las presiones que viene recibiendo por parte de la dirección para negociar el convenio colectivo.Los motivos que alega la citada junta para justificar su posible dimisión se centran en «las dificultades con que se encuentra para el desarrollo del ejercicio de sus funciones sindicales». En este sentido, las mencionadas fuentes afirman que el jefe de personal viene manteniendo entrevistas personales con cada uno de sus miembros, «en las que les hacen una serie de advertencias que desmoralizan a los representantes sindicales». Por este motivo, hace tres días, el secretario del jurado de empresa solicitó la correspondiente solicitud de dimisión de su cargo ante la delegación sindical de Burgos.

Por otra parte, a lo largo de las cuatro asambleas celebradas recientemente en los locales de la factoría, el jurado de empresa anunció a los 1.800 trabajadores asistentes (la totalidad de la plantilla) la decisión de la parte empresarial de denunciar el convenio colectivo y solicitar que comiencen de inmediato las negociaciones, decisión que ya ha sido confirmada por el sindicato. Al parecer, la empresa tiene interés en que se firme el convenio de la factoría burgalesa lo antes posible, pues próximamente comenzarán también las negociaciones de los convenios del resto de los centros españoles de Michelín.

Asimismo, la empresa presentó una propuesta salarial basada en el aumento lineal, por todos los conceptos, de 600 pesetas mensuales, lo que supone, en relación con los salarios percibidos hasta ahora un incremento del 4 por 100. Esta propuesta ha sido rechazada por los trabajadores por considerarla desproporcionada con el aumento del índice del coste de la vida.

Según las mencionadas fuentes, todos estos hechos ponen en peligro la negociación del convenio y confirman la incertidumbre que existe entre los trabajadores después de los despidos masivos registrados durante la huelga de noventa días que protagonizaron los empleados de esta factoría durante los meses de febrero a mayo pasados. El saldo de la huelga fueron 36 despedidos, entre ellos todos los enlaces de la parte social.

También se decidió en la asamblea solicitar permiso gubernativo, al margen de Sindicatos, para celebrar la próxima asamblea con la asistencia de los 1.800 trabajadores al mismo tiempo, sin tener que ajustarse a los 500 que marca la ley sindical y que ha obligado a realizar cuatro asambleas consecutivas. Esta petición se llevará a cabo acogiéndose a la nueva ley reguladora del derecho de reunión, y caso de celebrarse la asamblea, los temas a tratar irán más allá de los estrictamente laborales, incluyendo el aspecto de la enseñanza, la carestía de la vida, etcétera.

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