País Vasco

Manifestación multitudinaria contra las centrales nucleares

Alrededor de 40.000 personas se manifestaron ayer en la localidad vizcaína de Plencia pidiendo la paralización de las obras de la futura central nuclear de Lemóniz -a cinco kilómetros de esta localidad- y la cancelación de los permisos para otras dos centrales de este tipo que se iban a instalar en Ea-Ispaster (Vizcaya) y Deva (Guipúzcoa). La manifestación estaba organizada por las asociaciones de familia de las localidades cercanas a la zona de confluencia de las tres centrales citadas, zona que se ha dado ya en llamar la «Costa Vasca Nuclear». Organizadores eran también la comisión contra el...

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Alrededor de 40.000 personas se manifestaron ayer en la localidad vizcaína de Plencia pidiendo la paralización de las obras de la futura central nuclear de Lemóniz -a cinco kilómetros de esta localidad- y la cancelación de los permisos para otras dos centrales de este tipo que se iban a instalar en Ea-Ispaster (Vizcaya) y Deva (Guipúzcoa). La manifestación estaba organizada por las asociaciones de familia de las localidades cercanas a la zona de confluencia de las tres centrales citadas, zona que se ha dado ya en llamar la «Costa Vasca Nuclear». Organizadores eran también la comisión contra el riesgo nuclear de Deva y la asociación cultural Gamíniz de Plencia. Estaban también presentes los miembros de la Comisión de Defensa de una Costa Vasca No Nuclear, en la que se integran las citadas entidades.En días anteriores se había organizado en todo Euzkadi una gran campaña pública de mentalización con respecto al tema de las centrales nucleares y la necesidad de una protesta general. En Plencia, sin ir más lejos, se había organizado días antes una conferencia con el mismo tema, que atrajo la atención de los habitantes de todos los alrededores.

Esta campaña y la publicidad de 40.000 carteles repartidos en todo el País Vasco hicieron que Plencia se llenara el domingo de miles de personas de todas las edades, procedentes de las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa y pertenecientes la mayoría a asociaciones familiares y culturales. Todos ellos llegarían por la mañana a aquella localidad costera por tren, coche, autobús o simplemente a pie.

Las playas de Plencia, conocidas por su belleza, caso extraordinario en un día de sol y domingo aparecían sucias a las once de la mañana, hora de partida de la manifestación. Los asistentes mostraban su talante en unas 80 pancartas con frases tales como: «No más Hiroshimas», «Centrales nucleares, a Madrid», «No queremos más Sevesos», «No queremos centrales nucleares, queremos amnistía total», «Iberduero detente, el pueblo está enfrente», «Lemóniz quiere vivir», «Si son para el pueblo, ¿por qué no consultar al pueblo?», y con dibujos de calaveras, ataudes, bolsas de dinero y otros símbolos similares.

Tras la pancarta en la que aparecía el emblema de la Comisión de Defensa de una Costa No Nuclear se situaron los representantes de las asociaciones organizadoras y otras personalidades diversas, entre las que cabe destacar al pintor Ruiz Balerdi y al escultor Eduardo Chillida. Tras este frente, una larga procesión de más de un kilómetro y medio de larga inició el recorrido de la misma extensión hasta Gorliz, en donde habría de ponerse fin a la misma con la lectura de una carta enviada a varios alcaldes de las localidades cercanas. Durante el recorrido fueron frecuentes los gritos: «Iberduero Cámpora (Iberduero fuera)», «No, no, no, centrales nucleares no» y otras frases invitando a. los espectadores a que se unieran a la marcha. Dos enormes «ikurriñas» (banderas vascas) aparecieron entre las pancartas en un momento determinado, sin que se produjeran incidentes ni intentos de retirada de las mismas.

Cuando los manifestantes llegaban a la recta final, hizo aparición un helicóptero de la Guardia Civil. Cinco coches de la Benemérita que vigilaban el tramo final fueron retirados a última hora.

Ya en la explanada frente a la playa de Gorliz se dio lectura en euskera y castellano a una carta firmada por el Colegio Oficial de Arquitectos Vasconavarros, la comisión contra el riesgo nuclear de Deva, las asociaciones de familia de Ea, Lequeitio y otras asociaciones, en la que se denuncia la actuación de la Administración central y de la Diputación provincial de Vizcaya por su ligereza a la hora de aprobar los proyectos de centrales nucleares en la costa vasca, Asimismo recuerdan los firmantes que ya en su día la Diputación provincial de Guipúzcoa negó la autorización para la construcción de una central nuclear en Deva, tras el informe negativo que sobre el proyecto de Iberduero hiciera una empresa especializada.

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Recuerda también la carta a los alcaldes de las localidades cercanas a Lemóniz el riesgo que la instalación de estas centrales nucleares significará para la tierra y las gentes de la costa vasca, y critica la irresponsabilidad de Iberduero al iniciar las obras de la central sin el debido permiso gubernativo, que llegaría sólo unos años más tarde. El escrito invita finalmente a las administraciones locales de Munguía, Lemóniz, Lequeitio, Ea y Deva a apoyar la solicitud de los firmantes para que se paralicen las obras de la central de Lemóniz y se denieguen las autorizaciones previas para las previstas en Ea-lspaster y Deva. La lectura de la carta fue interrumpida varias veces con gritos de «Libertad», «Gora Euzkadi», «Centrales nucleares, no»

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