Escasa repercusión del 18 de julio
El 18 de julio ha tenido este año, por vez primera desde el término de la guerra civil, una repercusión escasa y ceñida casi exclusivamente a las capitanías generales, donde se celebraron las recepciones, a las que asistieron comisiones militares y civiles y representaciones consulares.En el Valle de los Caídos se ofició una misa en recuerdo de Franco, ofrecida por la asociación política Frente Nacional Español, acto litúrgico al que asistió Carmen Polo viuda de Franco, los ex ministros Fernández Cuesta, Girón, Gutiérrez Cano, otros políticos entre los que se encontraban Piñar, Roberto Reyes y...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El 18 de julio ha tenido este año, por vez primera desde el término de la guerra civil, una repercusión escasa y ceñida casi exclusivamente a las capitanías generales, donde se celebraron las recepciones, a las que asistieron comisiones militares y civiles y representaciones consulares.En el Valle de los Caídos se ofició una misa en recuerdo de Franco, ofrecida por la asociación política Frente Nacional Español, acto litúrgico al que asistió Carmen Polo viuda de Franco, los ex ministros Fernández Cuesta, Girón, Gutiérrez Cano, otros políticos entre los que se encontraban Piñar, Roberto Reyes y García Carrés, y varios centenares de personas que ovacionaron a la señora de Meirás a la entrada y salida del templo. Los asistentes entonaron Yo tenía un camarada y el Cara al sol, que terminó con las voces de ritual y Francisco Franco, presente.
Entre los actos políticos programados se celebró en la jefatura del Movimiento, de Ciudad Lineal, una misa oficiada por el padre Venancio Marcos, quien intervino a continuación en el acto político en ausencia de Antonio Gibello, quien debido a circunstancias familiares no pudo hacerlo.
Por otra parte, el domingo aparecieron en Madrid algunas pancartas con textos alusivos al 18 de julio.
En la entrada de la Universidad se veía un cartel con el texto «18 de julio = paz; ruptura = guerra civil. Asimismo, un cartel de unos dos metros de longitud fue colocado en el escalextric de la glorieta de Carlos V, con el texto «El 18 de julio no se rompe ni se cambia», junto con una bandera nacional.