Cinco detenciones y advertencias de militarización en Barcelona

La huelga del personal de reparto de Correos continúa estacionaria en Barcelona ciudad, afectando a la totalidad de los 3.500 funcionarios que integran el servicio.En la mañana de ayer los altavoces de la Administración Central de Correos de Barcelona requirieron a los carteros para que se reintegraran al trabajo, señalando que de lo contrario serían inmediatamente militarizados. Pese a que los trabajadores no modificaron su actitud, la militarización no se produjo. Fue detenido un funcionario, Jorge González, después de haberse dirigido a sus companeros manifestando que aquella comunicación, ...

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La huelga del personal de reparto de Correos continúa estacionaria en Barcelona ciudad, afectando a la totalidad de los 3.500 funcionarios que integran el servicio.En la mañana de ayer los altavoces de la Administración Central de Correos de Barcelona requirieron a los carteros para que se reintegraran al trabajo, señalando que de lo contrario serían inmediatamente militarizados. Pese a que los trabajadores no modificaron su actitud, la militarización no se produjo. Fue detenido un funcionario, Jorge González, después de haberse dirigido a sus companeros manifestando que aquella comunicación, transmitida por los altavoces, no tenía sentido ya que la militarización no puede ser decretada por la propia Administración de Correos.

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Otro incidente singular tuvo efecto en la estafeta de la estación de Francia. Funcionarios de aquel centro de trabajo mostraron a EL PAIS el texto de un escrito con membrete, sello y firma, en el que se afirmaba: «Se pone en conocimiento del personal de esta estafeta, que con esta fecha han quedado militarizados todos los servicios de Correos. Barcelona, 6 dejulio de 1976».

Al pie de este documento aparecía una firma que, según los informantes, era la del jefe de la estafeta, Juan Casas.

En la misma mañana, de ayer se produjeron otras cuatro detenciones de carteros. También se han producido alteraciones en la recogida de correspondencia, que en los primeros días de huelga había funcionado con normalidad. De proseguir éstas, es previsible una situación cercana al caos. Se calcula que en el día de hoy puedan llegar a cuatro millones las cartas y envíos pendientes de reparto en Barcelona.

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