Cartas al director

Lenguaje impublicable

Soy partidario sin reservas de Ia línea de su periódico. No digamos nada de Tribuna Libre, que es sencillamente ejemplar.Por ello confieso, señor Director, que me ha sorprendido a mí mismo deseando que no hubiera aparecido en su periódico el artículo Mester de Clerecía del domingo 6. Sin referirme nunca a su contenido -que carecía de interés para mí- las palabras coña y cachondeo en un artículo que parece tratar de asuntos políticos y eclesiásticos y que a todas luces no es humorístico han hecho resurgir al viejo cavernícola intransigente que llevo dentro. «¿Dónde vamos a llegar?...

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Soy partidario sin reservas de Ia línea de su periódico. No digamos nada de Tribuna Libre, que es sencillamente ejemplar.Por ello confieso, señor Director, que me ha sorprendido a mí mismo deseando que no hubiera aparecido en su periódico el artículo Mester de Clerecía del domingo 6. Sin referirme nunca a su contenido -que carecía de interés para mí- las palabras coña y cachondeo en un artículo que parece tratar de asuntos políticos y eclesiásticos y que a todas luces no es humorístico han hecho resurgir al viejo cavernícola intransigente que llevo dentro. «¿Dónde vamos a llegar? ¡Que avisen a Lázaro Carreter!» son los más publicables de los aspavientos que he hecho, para culminar en un «esto no merece ser publicado».

Y lo malo es que no sé si me arrepiento.

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