Los libreros protestan ante el INLE

La madrileña Feria del Libro, que se inaugura el próximo miércoles, se presenta este año conflictiva. La cuestión estriba en si se trata de una feria de los libreros o de los editores. Un escrito firmado por 100 libreros asegura que sólo beneficia a las editoriales. Mientras tanto, el director del Instituto Nacional del Libro (INLE), organismo patrocinador de la Feria, se cura en salud afirmando que «la Feria no ha de ser conflictiva, sino perfeccionable».D Cien libreros firmaron un escrito donde se afirmaba, entre otras cosas, que la Feria del Libro «no favorece su partic...

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La madrileña Feria del Libro, que se inaugura el próximo miércoles, se presenta este año conflictiva. La cuestión estriba en si se trata de una feria de los libreros o de los editores. Un escrito firmado por 100 libreros asegura que sólo beneficia a las editoriales. Mientras tanto, el director del Instituto Nacional del Libro (INLE), organismo patrocinador de la Feria, se cura en salud afirmando que «la Feria no ha de ser conflictiva, sino perfeccionable».D Cien libreros firmaron un escrito donde se afirmaba, entre otras cosas, que la Feria del Libro «no favorece su participación como tales profesionales y por tanto, tampoco al público en general en su derecho de receptor de la cultura, siendo los principales beneficiarios las grandes empresas editoriales». Al director del Instituto Nacional del Libro, Alfredo Timermann le ha parecido la postura de los libreros sorprendente, puesto que, en su opinión «el INLE y la propia Agrupación Nacional de Libreros vienen ocupándose de manera seria con el deseo de encontrar soluciones que sean realizables». Cree el señor Timermann que el fondo de la cuestión es que el librero pretende que el editor no venda en la Feria. Respecto al deseo de los libreros de propugnar un cambio en la organización de la Feria, asegura que «nosotros estamos de acuerdo». A los libreros firmantes siguen sin convencerles las razones aducidas por el director del INLE, Insisten en que 40.000 pesetas por módulo son prohibitivas para los libreros, en su gran mayoría. Respecto a los módulos distribuidos afirman que se da «a todas luces una trampa legal», porque utilizando varios nombres comerciales, las empresas editoriales, al parecer, copan la Feria. «Evidentemente los libreros deseamos que las editoriales no vendan directamente al público... Es más, consideramos que si las editoriales concurren en la Feria no es tanto por las ventas que puedan realizar como por otro tipo de motivaciones más publicitarias. En su opinión, puesto que la Feria, tal como ahora se organiza , no les gustas, «ni a editores, ni a librero ni siquiera al propio «INLE», habría que reorganizarla según unas bases nuevas para que fuese aceptable. Los puntos-clave de esa nueva forma de organizar la Feria del Libro serían tres: «Primero: Orientar al público para que se dirija a su librero habitual para adquirir sus libros, el cual a su vez ofecerá el 10 por 100 de descuento durante los días de la Feria. Segundo: Los libreros queremos participar en la Feria del Libro de este año y, por ello, reclamamos el derecho a estar presentes en el recinto de la Feria de todos los libreros que lo deseen. Tercero: Que los editores hagan llegan las novedades a la Feria y a las librerias».

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