Los vecinos del Pozo del Tío Raimundo debaten sus problemas

Mil quinientas personas del Pozo del Tío Raimundo asistieron ayer a una asamblea autorizada, organizada por la Asociación de Vecinos, en la que se plantearon los problemas de viviendas, plan parcial, infraestructura y acometida de aguas, nuevo local social y otros puntos relacionados con la organización interna de la asociación.

Dos horas y media duró la asamblea de vecinos del Pozo del Tío Raimundo, en la que 1.500 vecinos (entre los que permanecieron sentados, los que se fueron y los que llegaron tarde) fueron informados de la situación actual del barrio. En primera fila, en mangas de...

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Mil quinientas personas del Pozo del Tío Raimundo asistieron ayer a una asamblea autorizada, organizada por la Asociación de Vecinos, en la que se plantearon los problemas de viviendas, plan parcial, infraestructura y acometida de aguas, nuevo local social y otros puntos relacionados con la organización interna de la asociación.

Dos horas y media duró la asamblea de vecinos del Pozo del Tío Raimundo, en la que 1.500 vecinos (entre los que permanecieron sentados, los que se fueron y los que llegaron tarde) fueron informados de la situación actual del barrio. En primera fila, en mangas de camisa, Alberto Cercós, que cambió las Cortes por el campo del Pozo Vallecano FC, acompañado del padre Díez Alegría, del industrial Alonso Munárriz (panificador destacado en los últimos meses) y, en el otro extremo, varios delegados gubernativos que siguieron el desarrollo, tranquilo y apacible, de la asamblea de vecinos.«En el año 1975, dijo un miembro de la comisión de urbanismo, el entonces delegado de Obras del Ayuntamiento, señor Pellón prometió que a principios de este verano se asfaltarían todas las calles del barrio. Luego, el alcalde cambió al delegado, y una comisión de vecinos fue a visitar al nuevo responsable de las obras. Este dijo que no sabía nada de lo prometido por Pellón.»

El presidente de la asociación, Ildefonso Sánchez, y otro miembro de la junta directiva, informaron a continuación de los pasos que se han dado para la terminación del nuevo local social, sito en la calle Enrique Latorre, que está a medio construir. Ante la urgencia que reviste la terminación del edificio, los vecinos, en vista de que la aportación personal de trabajo puede su poner que la terminación se demore más tiempo del previsto, presentaron dos alternativas. La primera consiste en controlar una cuadrilla de albañiles que trabajen toda la semana y terminen la obra cuanto antes y la segunda es una fórmula mixta; la cuadrilla trabaja de lunes a viernes y los vecinos trabajan sábados y domingos. Fue aceptada la segunda. La consecución de materiales gratis resultó a medias. Se consiguió la estructura metálica y los tubos metálicos. También se consiguió hormigón, terrazo, arena y ladrillo. Aun así se pagaron 62.000 pesetas y se compraron materiales por otras 49.000, que aún no están pagados.

El problema de agua caliente, que tienen planteado muchas familias directiva trató de solucionar hace tiempo. El pasado jueves día 20, 16 personas, vecinos del barrio, se personaron en el despacho del delegado gubernativo en el Canal. Las acometidas individuales de agua costaban hace nueve meses entre 1.800 y 1.900 pesetas. La última subida estableció la tarifa en 2.100 pesetas, y a partir de enero, ha experimentado una fuerte subida, con lo que se fija el precio de la acometida en 20.000 pesetas. El delegado justificó esta subida ante los vecinos, quienes dijeron que para pagar este precio un vecino del Pozo debe aportar su sueldo de un mes y medio. Tras varias discusiones se acordó que, como una excepción, el Canal se encargará de llevar el agua, a precio antiguo, hasta las casas que aún no dispongan de este servicio y, asimismo, construirá los distribuidores generales de forma gratuita.

«Nuestro problema fundamental, a pesar de todas estas necesidades que han sido expuestas, es el de las viviendas y el Plan Parcial.»

Durante una hora se trató el tema del Plan Parcial del Pozo del Tío Raimundo. En 1956 comenzaron las promesas por parte de la Administración sobre la construcción de nuevas viviendas para los chabolistas. Se vendieron los terrenos a los vecinos, a pesar de que las chabolas estaban construidas sobre zonas calificadas como verdes. Los constructores no registraron esas ventas en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria, aunque disponen de sus escrituras que los califican como propietarios de hecho de los terrenos sobre los que se asientan. A continuación, el Ministerio de la Vivienda expropió a los propietarios del Pozo, indemnizó a algunos de ellos y pagó la expropiación a los antiguos propietarios. Por este motivo, la Asociación de Vecinos entablará, según informó la abogada de los vecinos, querella criminal contra los antiguos propietarios y el Ministerio de la Vivienda.

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Durante los veinte años en que las promesas se han visto incumplidas, los problemas se han agravado. La asamblea de 1.800 vecinos celebrada el pasado año en el cine

París, consiguió que el nudo de carreteras, cuya construcción estaba prevista, justo en mitad del barrio, se desplazará a uno de los costados. También el pasado año se aprobó el Plan Granados, nombre que los vecinos dan al Plan Parcial elaborado por un arquitecto de Gerencia Municipal de Urbanismo del mismo nombre, en el que no se contó para nada con la opinión de los vecinos. El plan consistía en edificar las viviendas de protección oficial al lado de la carretera, «con lo que se dejaba la parte de terreno más revalorizada a disposición de los especuladores», según informó el arquitecto de la Asociación, Ramón López de Lucio a los vecinos. Además se partiría el barrio en dos. Las visitas masivas de los vecinos a Gerencia consiguió que se eliminara el «Plan Granados» y se estableciera una nueva plataforma de condiciones, en la que los vecinos exponen las suyas claramente: una casa nueva para cada vecino sea inquilino o propietario, ninguna casa fuera del barrio, todas las viviendas construídas por el Ministerio sin dar opción a los constructores privados, no a cualquier tipo de entrada o mensualidad y atender a las peticiones y necesidades de los vecinos a la hora de construir.

El arquitecto López de Lucio informó a continuación de los cuatro puntos a tener en cuenta a la hora de discutir el plan: defender la unidad de actuación y problemática, ocupar todo el suelo de que dispone el barrio, localizar las viviendas en el lugar óptimo, en el más .tranquilo, y establecer un plan de necesidades.

Tras el informe de la abogada de la Asociación en el que se establecieron las condiciones jurídicas de la zona, se decidió por unanimidad, a brazo alzado, enviar un telegrama al ministro de la Gobernación como protesta por los sucesos ocurridos en Aranjuez el pasado día 16 de mayo, solicitar la inmediata luz verde para las asociaciones en trámite.

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