Jorge Mas, dueño del Inter Miami: “Messi puede convertir la MLS en una de las mejores ligas del mundo”
El empresario cubanoamericano desvela detalles de la negociación para atraer al astro argentino y promete más fichajes. “Este país se convertirá en la nueva plataforma para jugadores jóvenes”, advierte
Jorge Mas (Miami, 60 años) aparece en su despacho del decimosegundo piso de una elegante torre de Coral Gables, al sur de Florida, desde la que domina la vecina ciudad de Miami, con camiseta, jeans y una disculpa: el aire acondicionado se rompió y el calor es incompatible con llevar traje y corbata. Desde aquí dirige la empresa de ingeniería MasTec (9.280 millones de dólares de capitalización bursátil) y los designios del Inter de Miami, equipo de fútbol fundado en 2018 del que es propietario y gerente desde 2021. ...
Jorge Mas (Miami, 60 años) aparece en su despacho del decimosegundo piso de una elegante torre de Coral Gables, al sur de Florida, desde la que domina la vecina ciudad de Miami, con camiseta, jeans y una disculpa: el aire acondicionado se rompió y el calor es incompatible con llevar traje y corbata. Desde aquí dirige la empresa de ingeniería MasTec (9.280 millones de dólares de capitalización bursátil) y los designios del Inter de Miami, equipo de fútbol fundado en 2018 del que es propietario y gerente desde 2021. Acaba de ponerlo patas arriba con el fichaje de Lionel Messi, que prefirió su oferta a los cantos de sirena del Barcelona y a los millones de Arabia Saudí.
Mas, empresario cubanoamericano, es hijo de Jorge Mas Canosa, histórico del primer exilio, fallecido en 1997. Comparte la cúpula de la propiedad del equipo con su hermano José y con el exfutbolista David Beckham. En estas semanas ha avanzado en su plan para revolucionar la franquicia, la ciudad de Miami, la liga MLS (Major Soccer League) y el futuro del deporte en Estados Unidos con otros dos fichajes: el centrocampista Sergio Busquets, viejo conocido de Messi, y el técnico argentino Tata Martino, que entrenó al astro en el Barça y en la Albiceleste.
En la entrevista, con vistas al lugar donde está prevista la construcción de un nuevo estadio para el club, Mas asegura que todo está listo para recibir a la estrella. Debutará el 21 de julio ante la escuadra mexicana Cruz Azul en medio de una expectación sin precedentes y con la reventa por las nubes. Uno de los últimos detalles por cerrar era el diseño de la nueva camiseta del 10, cuyo prototipo descansa tras la mesa del empresario, entre frases motivacionales y libros de Henry Kissinger y del entrenador de la NBA Phil Jackson. Nacido en Miami hace 60 años, Mas, que también preside el Zaragoza, añade que las sorpresas no han terminado y confirma que el contrato del argentino asciende a “entre 50 y 60 millones anuales”, oferta redondeada con la promesa de una participación en el club cuando se retire y con una porción de los beneficios de la retransmisión global, cuyos derechos son de Apple TV, así como de la venta de la equipación de Adidas.
Pregunta. El fichaje más caro de la historia de la MLS. ¿Menos de lo que ofreció Arabia Saudí?
Respuesta. Me dicen [Sonríe].
P. ¿Desde el principio tuvo en su cabeza traer a Messi?
R. En 2019 empezamos a pensar en cómo podíamos traerlo a Miami, una ciudad global, en alza. Queremos que la gente cuando piense en fútbol en Estados Unidos, piense en Miami. Se vive bien y es puro negocio. Todo el mundo quiere mudarse aquí.
P. La fiscalidad es favorable...
R. No pagamos impuestos locales, ni estatales... Hay un elemento familiar muy importante. Messi estará en su hemisferio, casi en el mismo horario que en [su ciudad] Rosario. Fue más importante venderle la idea del fútbol en Estados Unidos. Este es el mayor mercado comercial del planeta. Messi puede convertir la MLS en una de las dos o tres mayores ligas del mundo.
P. ¿Por qué esta vez será distinta de las anteriores, como tras el Mundial de 1994, cuando el fútbol parecía listo para la conquista?
R. Se ha invertido mucho. En la historia del deporte aquí hay dos eventos: la llegada de Pelé al Cosmos de Nueva York [en 1975] y la de David Beckham en 2007 en Los Ángeles. Messi elevará la liga a otro nivel. Creo que viene con ganas de dejar huella, y podrá hacerlo más allá del fútbol. Cuando se retire tendrá una participación en el club.
P. Es el modelo que inauguró Beckham... y terminó fundando el Inter.
R. Yo me imagino una vida después del fútbol para Messi muy similar a la de David o la de Michael Jordan. Podrá continuar su trabajo en un mercado que no parará de crecer. Tendrá oportunidades que no hay en otros sitios.
P. ¿Cómo fue el cortejo?
R. Largo. Estuve tres años. Un año y medio, muy intensamente. Muchas conversaciones con Jorge [padre y representante del jugador]. Lo vi hecho a finales de mayo. David conversaba con Leo, solo sobre temas futbolísticos, porque él estaba jugando [en el Paris Saint Germain]. No quería que se sintiera presionado. Hemos hablado en Barcelona, Miami, Rosario, Doha… Me pasé todo el Mundial en Qatar, viendo a Argentina. Para cerrarlo fue muy importante el contrato de Apple.
P. ¿Qué porcentaje le reserva el contrato?
R. No lo sé. De nuestra parte va el paquete salarial y la participación cuando se retire. Lo que sí sé es que las conversaciones con Apple van muy bien y que se están alineando los intereses. Si crece el fútbol en Estados Unidos, él se beneficiará. Es justo.
P. ¿Y el pacto con Adidas?
R. Él ya era jugador de Adidas. Recibirá por la venta de camisetas, pero eso ya funciona así con otros grandes atletas.
P. ¿Qué papel ha tenido la MLS y el resto de los equipos en el fichaje? Se dijo que habían arrimado el hombro económicamente…
R. No han puesto dinero. Pero, la MLS ha sido clave en ayudar con los patrocinadores.
P. ¿A todos les conviene?
R. ¡Cómo no! Yo vaticino que los socios de los clubes se van a multiplicar por cinco o por 10 en tres años.
P. Con los latinos será fácil, pero ¿y el estadounidense medio, cuya atención se disputa la NFL, el béisbol, la NBA...?
R. A ese tipo le interesa el mejor jugador del mundo. Aquí se ve mucho la Premier, Laliga, la MX de México. Más que la MLS. Hay hinchas del Manchester United, del Madrid, del Barça... Eso va a cambiar.
P. Y usted... ¿de qué equipo es?
R. Del Madrid. El amor al fútbol me entró en el Santiago Bernabéu en 1973. Yo he sido blanco por muchos años, y lo llevo en el corazón, lo sabe Florentino Pérez. Ahora soy rosa y negro [colores del Inter]. Y convertirme en presidente del Zaragoza también cambió mis lealtades. Le he cogido un cariño a Zaragoza y a los maños extraordinario.
P. ¿Cuál es su objetivo en su aventura en Zaragoza y cómo valora lo logrado desde su llegada, en 2022?
R. Es un proyecto bien montado en el que yo represento a un grupo de inversores [que incluye a Joseph Oughourlian presidente de Prisa, grupo editor de EL PAÍS]. La meta es clara: volver a Primera. La base había que pulirla; la Academia, el centro de entrenamiento, el proyecto de La Romareda, importantísimo. No solo para que luzca en el potencial mundial de 2030, sino para la ciudad. Zaragoza merece un campo de la más alta calidad. Mi proyección para los próximos cinco años: Zaragoza tendrá un estadio puntero en Europa y un equipo en Primera.
P. ¿Qué aportará Busquets en Miami?
R. Para nosotros era esencial rodear a Messi de jugadores de su nivel. Hemos estado hablando con Busi desde hace más o menos un año. En el vestuario va a ser muy importante. Más aún para los muchachos de la academia.
P. “Rodearlo de jugadores”. ¿Quién viene?
R. Dos o tres más.
P. ¿Jordi Alba?
R. Se ha hablado con Jordi Alba.
P. ¿Luis Suárez?
R. Está bajo contrato, tiene una cláusula, y no sé si eso saldrá. Con Di María también hemos conversado, pero parece que está a punto de firmar con otro equipo. Todos los anuncios serán antes del 15 de julio.
P. ¿No teme generar una descompensación entre el resto de equipos y el Inter?
R. La llegada de Leo es buena para todos. Va a generar un interés entre los futbolistas jóvenes y no tan jóvenes, que querrán venir.
P. ¿Cuenta en ese cálculo con la concatenación de la celebración en Estados Unidos de la Copa América de selecciones, el año que viene, del Mundial de clubes, al siguiente, y el colofón del Mundial de selecciones, en 2026, junto a México y Canadá?
R. Sí… Estamos construyendo un estadio nuevo, que va a costar 400 millones. Será mucho más conveniente, al lado del aeropuerto. La idea es abrirlo en otoño de 2025.
P. ¿Habrá giras del equipo por Europa o Asia?
R. Sí. En la pretemporada, que para nosotros es en enero o en febrero.
P. Ahora juegan en un estadio a 40 kilómetros de Miami, con 18.000 asientos. ¿Satisfará el nuevo la demanda que se está incubando?
R. Hemos ampliado su capacidad, de los 23.000 del proyecto a 30.000. Hemos reforzado sobre todo las gradas VIP.
P. Con los precios de las entradas disparados... ¿puede eso lastrar la identificación de la afición con el equipo?
R. Vamos a intentar sujetarlos. Esta es una ciudad de hombres y mujeres trabajadores. No solo de ricos. Quiero que la afición que está con nosotros desde el principio pueda disfrutar. Las entradas se encarecerán, pero habrá más también. Lo que pasó con las del primer partido es que solo se habían sacado las primeras mil, y subieron en la reventa. No soy fanático del mercado secundario, pero es lo que hay.
P. ¿Llegará el momento en el que la MLS atraiga nombres que no estén en su ocaso?
R. Hay jugadores latinoamericanos que han usado la liga portuguesa como un trampolín hacia Europa. Confío en que ahora vengan aquí. Querrán seguir yendo después a los grandes clubes. Espero que en tres años seamos la nueva plataforma para jugadores jóvenes, específicamente sudamericanos.
P. ¿Qué listón deportivo le pone a Messi? El equipo, colista de la Conferencia Este, está firmando una temporada floja…
R. Aún tenemos la oportunidad de ganar dos copas. Estamos en la semifinal de la que nos califica para la Concacaf. En la liga vamos a llegar a los playoffs, aunque esté complicado.
P. En París les decepcionó su rendimiento. ¿Y si aquí no estuviera a la altura?
R. Es un animal competitivo… en París ganó, no la Champions, pero ganó. Un solo hombre no conquista una Champions. Solo puedo hablar por Miami, pero creo que es muy triste lo que le sucedió allá. No merece que lo estén chiflando al final de los partidos.
P. Como presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, corazón del anticastrismo en Miami, ¿cómo ve la situación en la isla?
R. Muy complicada. La lucha de mi difunto padre por alcanzar la libertad de los cubanos fue una lucha ardua de seis décadas. El mayor crimen del régimen castrista ha sido la separación familiar. Estamos enterrando a una generación de cubanos que ha vivido lejos de sus familias. No pudieron verlos más. Yo siempre pongo el ejemplo de mi madre. Salió de Cuba muy jovencita para venir y casarse con mi padre. Ella nunca volvió nunca a ver a su padre. No se entiende. Cuba podría ser un país extremadamente avanzado. Es muy triste, y aquí se vive todos los días. Miami es fruto de ese exilio.
P. ¿Ha estado alguna vez en Cuba?
R. No.
P. ¿Y planea ir antes de un cambio político?
R. No, no.
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