Una Liga más incierta que nunca

Los equipos regresan a sus respectivas competiciones sin que ninguno haya sido referencia en el Mundial 2022 disputado en Qatar. Ha sido sobre todo un torneo de selecciones si se tiene en cuenta el podio de la Copa. Las ligas de la campeona Argentina e incluso de Francia, así como las de Croacia y Marruecos, no son precisamente las más vistas ni competitivas y el protagonismo del Paris Saint Germain ha sido más individual que colectivo por la presencia de dos jugadores tan distintos como...

Los equipos regresan a sus respectivas competiciones sin que ninguno haya sido referencia en el Mundial 2022 disputado en Qatar. Ha sido sobre todo un torneo de selecciones si se tiene en cuenta el podio de la Copa. Las ligas de la campeona Argentina e incluso de Francia, así como las de Croacia y Marruecos, no son precisamente las más vistas ni competitivas y el protagonismo del Paris Saint Germain ha sido más individual que colectivo por la presencia de dos jugadores tan distintos como Mbappé y Messi, cuya carrera desde los 13 años había estado vinculada al Barcelona.

El club azulgrana fue el que mayor número de futbolistas aportó de inicio: 17. Uno más que el Bayern Múnich y el Manchester City (16), por 14 del Manchester United, 13 del Real Madrid y 12 del Atlético de Madrid. El cuadro de semifinales, sin embargo, resultó más trascendente para el Atlético y el Sevilla, con cinco representantes cada uno, que para el Barcelona (2). El equipo de Nervión ocupa curiosamente posiciones de descenso en la Liga y el Atlético es quinto, fuera de la zona Champions, aunque empatado a puntos con Athletic y Betis.

La duda es si la Copa del Mundo tendrá algún efecto sobre la Liga que se reanuda el próximo fin de semana después de una jornada de Copa del Rey que volvió a delatar las dificultades que ya tenía Simeone para estabilizar el juego del Atlético, vencedor del Arenteiro. La noticia fue la interesante aportación del joven del filial Pablo Barrios en ausencia por faringitis de João Félix. El portugués podría abandonar el club después de que haya partido Cunha y la continuidad del técnico, cuyo contrato acaba en 2024, dependerá de si el equipo se clasifica para la Liga de Campeones. El Cholo suma 11 años en el Atlético y 600 partidos con el 58,5% de victorias por solo 18,16% de derrotas.

Juega el Atlético con mucha presión, al igual que el Barcelona, que se exige ganar la Liga. “Es una prioridad”, coinciden el presidente Laporta y el técnico Xavi. Los azulgrana parten con una doble ventaja: disponen “del mejor entrenador del mundo” —palabra de Laporta— y son líderes con dos puntos de ventaja respecto al Madrid. El equipo, que no gana el título desde 2018-2019, no tiene margen de error una vez eliminado de la Champions. La recuperación de Araujo y Ansu Fati será la mejor de las noticias para Xavi.

Un líder sin dinero

La situación económica es tan crítica que Laporta anuncia que el actual equipo debe “durar dos años” —acaso con retoques mínimos—, y por tanto no habrá fichajes. En cambio, no se descartan salidas como la de Memphis Depay. El límite salarial negativo asciende a unos 30 millones, la Liga ha restringido las palancas y aún quedan por regularizar los contratos y fichas de Araujo, Gavi y Balde, así como definir el futuro de Busquets. El estado anímico de los mundialistas no es de optimismo después de que la mayoría saliera señalada de Qatar.

Tampoco ayuda al Barça la sanción de tres partidos a Lewandowski. El polaco, que se estrenó como goleador en el Mundial, no podrá jugar ante el Espanyol —el próximo sábado—, el Atlético y el Getafe. No es una ausencia cualquiera porque el delantero suma 13 goles en 14 partidos de Liga. A rebufo del momento del Barça, al Madrid le ocupa cómo afrontar con garantías un calendario que le puede obligar a disputar 17 partidos en un mes a partir de su visita el viernes a Valladolid.

El Mundial tampoco dejó las mejores sensaciones en el Madrid y muy especialmente sobre sus figuras Benzema y Courtois. La actuación del portero con Bélgica nada tuvo que ver con su solvencia en el equipo de Ancelotti y el delantero ha sido siempre un jugador extraño en la física selección de Deschamps. La salida del Balón de Oro resultó rara en Qatar. Y el recorrido de Vinicius y Rodrygo con Brasil se acabó de mala manera contra la Croacia de Modric. El volante salió reforzado como jugador de equipo por excelencia en la Copa del Mundo.

Alrededor de futbolistas como Modric, el Madrid ganó la pasada temporada tanto la Liga como la Champions. Ha encontrado un modelo que se remite a la victoria en un momento de indefinición futbolística, sobre todo en la Liga. No hay un equipo ni una selección a imitar por su estilo y se impone la política deportiva de Florentino, que sigue a la espera de validar el proyecto de la Superliga y está a punto de presentar el nuevo Bernabéu. El Madrid compite, se rejuvenece con fichajes como el de Endrick, se interesa por Bellingham y Gvardiol y nunca dejó de estar pendiente de Mbappé.

Igualmente asentados parecen los proyectos de equipos como la Real Sociedad y el Betis, protagonistas del inicio del campeonato, al mismo tiempo que el Athletic ha recuperado su mejor versión con el regreso al banquillo de Valverde. El criterio del Txingurri, el saber estar de Imanol y la sabiduría de Pellegrini sobresalen en un campeonato que se le escapa al Elche. La pelea por el descenso afecta a equipos de solera como el Sevilla, que ahora prepara Sampaoli. La salida de Isco ilustra los malos momentos que se viven en el Nervión.

También hay expectación para saber cómo acabará de reaccionar el Villarreal con Quique Setién después de recuperar a un goleador de la talla de Gerard Moreno. No se sabe qué papel jugaran las lesiones después de un Mundial que ha parado los campeonatos nacionales más de un mes y obligado a los internacionales a jugar en invierno mientras que los no participantes afrontaban un carrusel de amistosos dispuestos por sus equipos para coger la forma con vistas al reinicio de la Liga. La respuesta condicionará un poco más el mercado de fichajes de enero de 2023. Argentina demostró, de momento, que con espíritu de equipo y Messi, se puede ganar el Mundial.

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