Klopp, al Real Madrid: “Cuanto más ganas, más posibilidades hay de perder”

El entrenador del Liverpool advierte de que la experiencia de los blancos “no se compra en una noche”. Los tocados Thiago y Fabinho completan las últimas sesiones de entrenamiento

Jürgen Klopp, en el entrenamiento de este viernes en Saint-Denis.YOAN VALAT (EFE)

A primera hora de la tarde, la muchachada del Liverpool empezaba a reproducirse en los alrededores de Saint-Denis. Clones unos de otros, hombres de mediana edad, gorra, pantalones cortos y barriga cervecera. Typical british fan. Toda una vida recorriéndose Europa con ese aspecto.

Con un chándal largo negro y también con una gorra apareció poco después en la sala de prensa del estadio su entrenador en jefe, Jürgen Klopp. Una comparecencia que giró alrededor del pasado: el genérico, a cuenta de la abrumadora experiencia del Madrid en finales de Champions (solo dos perdidas de 16 y ...

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A primera hora de la tarde, la muchachada del Liverpool empezaba a reproducirse en los alrededores de Saint-Denis. Clones unos de otros, hombres de mediana edad, gorra, pantalones cortos y barriga cervecera. Typical british fan. Toda una vida recorriéndose Europa con ese aspecto.

Con un chándal largo negro y también con una gorra apareció poco después en la sala de prensa del estadio su entrenador en jefe, Jürgen Klopp. Una comparecencia que giró alrededor del pasado: el genérico, a cuenta de la abrumadora experiencia del Madrid en finales de Champions (solo dos perdidas de 16 y sin fallo en las siete últimas); y el concreto, el que sucedió en Kiev en 2018, cuando los blancos alzaron el título ante los red (3-1). “No teníamos el banquillo completo, lo que pasó con Mohamed Salah [retirado lesionado a la media hora por un enganchón con Sergio Ramos], y nuestro portero [Karius, que la pifió en el primer y tercer gol] tenía una conmoción y no debía haber jugado. Pero hay que aprender a ganar”, apuntó el técnico alemán.

Algo que hizo pronto, al año siguiente, al atrapar la orejona en Madrid contra el Tottenham. Esta de París será su tercera final de la Liga de Campeones en cinco temporadas, un balance más que notable, el que suele distinguir a los conjuntos que marcan un periodo concreto de dominio, pero que ahora se cruza con el mandamás de la competición. “Para algunos jugadores sería el quinto título y el cuarto del entrenador. El problema es que jugamos contra un equipo que no ha perdido”, indicó el alemán, casi como un lamento que acompañó con un deseo: “Cuanto más ganas, más posibilidades hay de perder. No sé si el Madrid lo piensa, pero ojalá ocurra”, soltó Klopp, que, tras algún rodeo, adjudicó un ligero favoritismo a los blancos. “No podemos comprar su experiencia en una noche. Podríamos escribir un libro sobre los logros del Madrid, pero nosotros también somos un buen equipo. Tenemos que ser nosotros mismos”, reclamó el entrenador del Liverpool.

Y, si se habla de pasado, nadie en el bando inglés como Salah, martirizado por su lesión de 2018, que en cuanto conoció que el Madrid le esperaba en la final pronunció la palabra que más se ha repetido recientemente: venganza. “Hay muchas motivaciones para dar todo mañana. Esa podría ser una, pero no la única ni la más importante”, matizó Klopp, que en los últimos días recibió el alivio por la mejoría física de Thiago y Fabinho. Ambos se entrenaron y podrían estar disponibles para la cita, extremo que estuvo en duda el pasado fin de semana en el caso del primero por una dolencia en el tendón de Aquiles. En todo caso, el preparador germano anunció que no habrá sorpresas. “Los jugadores verían que estoy nervioso”, comentó.

Un césped nuevo

En su intervención, el técnico red se refirió varias veces, y no con agrado, al cambio de césped que se hizo este miércoles en Saint-Denis. “Seguro que no es el mejor campo de nuestra vida. Espero que no haya noticias sobre él. Si ganamos, esto no le interesará a nadie”, comentó antes de que le preguntaran desde su país, en conexión telemática, por la guerra. Esta final debía haberse disputado en San Petersburgo, pero la guerra la derivó a París. Klopp dudó, balbuceó, se quedó unos segundos en silencio y luego se arrancó brevemente: “La vida sigue, aunque uno intente destruirla. Jugamos la final para toda la gente de Ucrania”, afirmó.

Antes, Andy Robertson y Trent Alexander-Arnold se detuvieron menos en el pasado y resolvieron el compromiso con la prensa sin tantos detalles. “Las batallas individuales forman parte del partido, las habrá en cada parte del campo, pero este es un juego de equipo”, contestó el segundo cuando le plantearon la cuestión de su enfrentamiento con Vinicius, vencedor la temporada pasada en el duelo de cuartos.

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