Kroos mantiene su discurso
El alemán, cada vez más suelto en sus opiniones fuera del césped, sigue a la cabeza de la Liga en acierto en el pase y no afloja su rendimiento pese a la cojera del Madrid
“Toni Kroos no habla, es un chico muy callado y reservado, pero, cuando lo hace, es porque toca. No se corta. He visto muchas discusiones en las que su participación ha acabado siendo clave”. Así lo definió recientemente de forma elogiosa Zinedine Zidane. El alemán, efectivamente, bajo esa apariencia nada disonante cuenta con un discurso propio, también de puertas hacia fuera, como se ha visto esta temporada en varias ocasiones. Lo comprobó, incluso, el propio entrenador francés cuando hace un mes el centrocampista no recurrió a la nevada de Filomena para justificar el ...
“Toni Kroos no habla, es un chico muy callado y reservado, pero, cuando lo hace, es porque toca. No se corta. He visto muchas discusiones en las que su participación ha acabado siendo clave”. Así lo definió recientemente de forma elogiosa Zinedine Zidane. El alemán, efectivamente, bajo esa apariencia nada disonante cuenta con un discurso propio, también de puertas hacia fuera, como se ha visto esta temporada en varias ocasiones. Lo comprobó, incluso, el propio entrenador francés cuando hace un mes el centrocampista no recurrió a la nevada de Filomena para justificar el mal partido en El Sadar (0-0), algo que sí hizo Zizou. O cuando aseguró que los jugadores son “títeres de la UEFA y la FIFA” por la gran acumulación de encuentros. O cuando hace unos días lamentó la salida del Real Madrid de Julen Lopetegui, al que el club despidió reprochándole que había dirigido una plantilla con ocho nominados al Balón de Oro.
Sobre el césped, Toni Kroos también tiene un discurso propio, felizmente para el equipo blanco. Frente a la flojera general de un conjunto que camina desde el inicio de la campaña por el desfiladero, su rendimiento no ha aflojado. El germano forma, junto a sus viejos compinches Modric y Casemiro, la línea del campo más previsible y fiable de los blancos, al margen de la labor solitaria bajo palos de Courtois. Con 31 años y dos cursos y medio más de contrato, él es una de las escasas certezas en un equipo cuyo futuro a medio plazo resulta impredecible. Al Madrid le falta muchas veces gol, pero raramente su fútbol. Este domingo contra el Valencia (16.15, Movistar) regresa a la convocatoria tras el partido de sanción.
Si Casemiro quita y Modric agita, el teutón ordena. Nadie lo saca del podio de la Liga en el estadillo de pases buenos: es el tercero que más da (1.309, tras Parejo y De Jong) y el primero en efectividad (93,7%), un liderazgo que ya alcanzó la temporada pasada. Y contra la idea que le tiene por un centrocampista muy horizontal en el juego, una estadística derrumba la teoría: es el medio del campeonato que más pases progresivos realiza. Es decir, el que mueve el balón más hacia adelante con las siguientes condiciones: 30 metros si el inicio y final están en campo propio, 15 en el rival y 10 en la última zona de ataque. Él lo hace de media 11 veces por partido, seguido de su compañero Modric. Y en porcentaje de acierto se sitúa el tercero (87%) del torneo, solo por detrás de los béticos Fekir y Canales.
A tres partidos del récord de Stielike
Ahora se cumple un año de su sorprendente suplencia en la ida de los octavos de Champions contra el City. Pero, al margen de este episodio, su titularidad nunca se ha discutido, tampoco por Zidane, lo que le ha colocado a apenas tres encuentros de igualar a Stielike (1977-85) como el alemán con más presencias en el Madrid (308 es el récord). “Cuando me retire, diré que entrené a Kroos”, soltó ZZ en otro acto de entrega a uno de sus mejores soldados, aquellos con los que está dispuesto a consumir sus días en la banda blanca.
A falta de otros caladeros, el futuro inmediato del Madrid depende, sobre todo, de tipos como él, de su ortodoxia y capacidad para seguir generando en ataque pese a la frecuente cojera de la delantera, a menudo enganchada al monocultivo de Benzema. En ocasiones, de hecho, los medios se lo han guisado y comido solos: dos de las cinco asistencias de Kroos esta temporada han sido para Casemiro. Y entre todos los centrocampistas han sumado más goles (13) que todos los atacantes salvo Benzema (12).
El equipo depende como nunca de su producción y de su salud, porque la letanía feliz del centro del campo blanco (Casemiro-Kroos-Modric: 117 duelos juntos) se ha quedado casi sin escoltas. El resto de compañeros no terminan de dar el sorpasso (Valverde), se desplomaron (Isco) o se aburrieron de esperar (Odegaard). A este último, curiosamente, en Valdebebas lo describían como “muy Kroos: serio por fuera, y divertido y detallista por dentro”. Aunque todavía sin su discurso. Si en la selección alemana el Tigre Stefan Effenberg descartó a Kroos como un verdadero líder, en este Madrid nadie cuestiona su necesidad.
Carvajal y Lucas Vázquez regresan ante el Valencia
El problema de lesiones, que obligó a Zidane a recurrir el pasado martes al canterano Marvin contra el Getafe, se alivia ligeramente. Al margen de Kroos, el Madrid recupera ante el Valencia a Carvajal, que se ha perdido seis partidos por lesión (en toda la temporada acumula 18 ausencias), y a Lucas Vázquez, fuera en las tres últimas citas. Siguen siendo baja Sergio Ramos, Marcelo, Rodrygo, Valverde, Odriozola, Militão y Hazard. Respecto al belga, Zidane aspira a que vuelva a entrenar algo con el grupo la próxima semana. “Está mucho mejor de ánimo”, afirmó el técnico.