El nuevo-viejo Benzema

El delantero francés marca dos goles, suma 54 pases con acierto, maravilla en Cornellà y se describe: “Soy un 9 con alma de 10”

Benzema remata ante Marc Roca.Joan Monfort (AP)

Las rutinas del Real Madrid no cambian en Barcelona, juegue en el Camp Nou o en el RCDE Stadium, los muchachos blancos se alojan en el Hotel Juan Carlos. Lo que cambió, sin embargo, es la relación, llámese el interés, de los seguidores del cuadro de Chamartín en Barcelona. “Había 30 personas esperándonos en el hotel, cuando antes siempre había muchas más. Fue raro, en el aeropuerto nos esperaban más aficionados”, cuenta un empleado del club de Madrid en Cornellà. Encuentra, en cualquier caso, una explicación al bajón del entusiasmo de la hinchada blanca en la capital catalana. “Quizá sea por e...

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Las rutinas del Real Madrid no cambian en Barcelona, juegue en el Camp Nou o en el RCDE Stadium, los muchachos blancos se alojan en el Hotel Juan Carlos. Lo que cambió, sin embargo, es la relación, llámese el interés, de los seguidores del cuadro de Chamartín en Barcelona. “Había 30 personas esperándonos en el hotel, cuando antes siempre había muchas más. Fue raro, en el aeropuerto nos esperaban más aficionados”, cuenta un empleado del club de Madrid en Cornellà. Encuentra, en cualquier caso, una explicación al bajón del entusiasmo de la hinchada blanca en la capital catalana. “Quizá sea por el frío, quizá sea porque el autocar se mete directamente en el parking o quizá, sea que ya no está Cristiano”. Nadie duda del magnetismo del portugués, ni siquiera en Cataluña.

Del carisma de Cristiano, al apático Benzema. El francés antes actor secundario, ahora protagonista, un tótem en Cornellà. Su sociedad con Cristiano beneficiaba a Benzema. Pocos jugadores se entendían mejor con el 7; muchos, sin embargo, se potenciaron con su ausencia. La temporada pasada, por ejemplo, el actual delantero de la Juventus marcó el 31% de los goles del Real Madrid en la campaña, más del doble que el segundo en la tabla de los máximos artilleros blancos, Bale, con el 15%. Benzema era el tercero de la lista con el 8%, mismo ratio que Marco Asensio. Aunque nunca había destacado por un tremendo poder goleador, el francés destacaba en un concepto vital, seguramente el más valorado por Cristiano, su comprensión del juego. Sin embargo, su actitud, siempre estuvo en tela de juicio.

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Afuera Cristiano, apareció a los 31 años, un nuevo Benzema. El primer dato es cuantificable; el segundo, no. Esta campaña el gol en el Madrid es más democrático, liderado por el 9. El francés lleva firmados 15 redes en lo que va de temporada, el 22% de las dianas firmadas por el Real Madrid. El podio lo completan, Bale (de nuevo segundo) con el 16% y Sergio Ramos, con el 14%. Pero el sorprendente cambio en Benzema está en su compromiso, simbólico ayer en la goleada ante el Espanyol. “Es un jugador muy generoso en su manera de entender el fútbol. Es uno de los mejores centro delanteros del mundo en esos momentos”, había elogiado Solari al 9 en la previa. Y en la cancha del cuadro blanquiazul, Benzema dio una clase de generosidad, sobre todo de fútbol. Dio 54 pases con acierto ante el Espanyol, la mejor marca en un mismo partido de toda su trayectoria en la LaLiga.

Los elogios se sucedieron. “Siempre hace partidos completos. Hoy, además, ha marcado y ha hecho goles preciosos y ha confirmado lo que viene haciendo en la temporada y gran parte de su carrera”, dijo Solari. “Está demostrando que es el mejor nueve del mundo, trabajando, asociándose, es una maravilla jugar con él”, le piropeó Lucas Vázquez. “Es un placer verle jugar cuando está a este nivel. Tiene una especial habilidad para asociarse con los compañeros: Ha hecho tres jugadas para hacer un homenaje a ese creatividad y a ese talento”, remachó Emilio Butragueño.

Está demostrando que es el mejor nueve del mundo, trabajando, asociándose, es una maravilla jugar con él Lucas Vázquez

Estuvo atento para pescar el rebote de Diego López, tras una buena jugada de Modric ante la placida mirada de la defensa blanquiazul, sin nervio en el amanecer del duelo. Pero después del testarazo de Ramos, antes de que Cornellà rinda tributo a Dani Jarque en el minuto 21, el Madrid se durmió. Entonces, apareció el nuevo Benzema. Un tipo activo, más líder, capaz de contagiar a sus compañeros con sus movimientos, como de pedir al equipo que se despierte después del descuento de Leo Baptistao. Y fue justamente el francés el que trajo paz a Solari. Ahora sí, un gol marca Benzema. Se asoció con Vinicius y acarició el balón suave con la bota derecha, imposible de frenar para Diego López. Un nuevo-viejo Benzema, siempre futbolista, ahora también generoso y goleador. Tras su exhibición en Cornellà, se describió: “En cada encuentro quiero dar más y hacer cosas bonitas en el juego. Quiero meter goles y dar asistencias. La gente a un delantero le pide goles, pero yo creo que soy un 9 con alma de 10”.

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